Panamá reafirmó su respaldo al plan de autonomía presentado por Marruecos en 2007 como “la base más seria, creíble y realista” para una solución duradera al conflicto del Sáhara Occidental. Esta declaración fue hecha por el ministro de Exteriores de Panamá, Javier Martínez-Acha, durante su visita a Marruecos, donde destacó la importancia de alcanzar una solución “definitiva y viable” y valoró la “dinámica constructiva” impulsada por Rabat en este sentido.
Martínez-Acha recordó que Panamá, como miembro no permanente del Consejo de Seguridad de la ONU, ha subrayado la necesidad de avanzar hacia un acuerdo duradero sobre este referendo territorial. Tras reunirse con su homólogo marroquí, Naser Burita, ambos países acordaron reforzar sus relaciones bilaterales en áreas como seguridad alimentaria, fertilizantes, turismo, sector portuario y seguridad.
Este respaldo se enmarca además en la suspensión de relaciones diplomáticas de Panamá con la República Árabe Saharaui Democrática (RASD) desde noviembre de 2024, decisión que fue valorada positivamente por Marruecos y que representa un giro diplomático significativo, ya que Panamá fue el primer país en América Latina en reconocer a la RASD. La postura panameña apuesta por el diálogo y la negociación en el marco de la ONU para resolver el conflicto, apoyando el plan marroquí que plantea una autonomía amplia para el Sáhara Occidental bajo soberanía marroquí.
En conjunto, esta posición de Panamá se suma a una tendencia internacional creciente que respalda el plan de autonomía marroquí como la solución más viable y realista para el diferendo saharaui, con apoyos recientes de países clave y bloques regionales.