Tesla inició el 22 de junio de 2025 un servicio piloto de robotaxis en Austin, Texas, con una flota limitada de unos 10 vehículos Model Y que operan con supervisión humana. Aunque Elon Musk había prometido un robotaxi completamente autónomo y sin volante ni pedales para 2023, la realidad es que estos primeros viajes se realizan en zonas muy concretas de la ciudad y con un empleado de Tesla sentado en el asiento del copiloto para vigilar el funcionamiento del vehículo y poder intervenir si es necesario.
El servicio está restringido a un grupo cerrado de usuarios seleccionados, principalmente fans, empleados de empresas de Musk e inversores de Tesla, quienes han sido invitados a probar el sistema y proporcionar retroalimentación. Esta limitación responde a normativas estadounidenses que exigen supervisión humana en esta fase inicial y que impiden aún la circulación de vehículos totalmente autónomos sin volante ni pedales.
Tesla pretende tener el servicio a pleno rendimiento para 2026 o antes de 2027, con un vehículo específico para robotaxis que prescindirá de controles manuales, aunque los plazos son considerados muy optimistas y difíciles de cumplir dada la regulación y los retos técnicos. En comparación, competidores como Waymo ya operan flotas más amplias y sin supervisión humana en varias ciudades, utilizando tecnología diferente basada en radares láser, mientras Tesla apuesta por cámaras para la conducción autónoma.
En resumen, el debut del robotaxi de Tesla es un paso importante pero limitado, con humanos supervisando y un público muy restringido, lejos de la revolución autónoma total que Musk había prometido inicialmente.