La carrera por la presidencia de la Asamblea Nacional de Panamá, cuya elección se realizará el 1 de julio de 2025, está marcada por alianzas frágiles, cálculos políticos complejos y una lucha por el poder sin una mayoría clara ni acuerdos cerrados hasta ahora.
Realizando Metas (RM), con 14 diputados y liderado simbólicamente por el expresidente Ricardo Martinelli desde su asilo en Colombia, fue el primer colectivo en postular formalmente a su candidata, Shirley Castañeda, quien presidió la Comisión de Credenciales y es abogada personal de Martinelli. Sin embargo, esta candidatura genera rechazo en otras bancadas, como “Seguimos” y “La Mixta”, que han declarado que no apoyarán a RM debido a su asociación con Martinelli y su historial judicial.
Por otro lado, la alianza entre Cambio Democrático (CD) y el Partido Panameñista, con ocho diputados cada uno, suma 16 votos y busca definir un candidato conjunto para competir contra RM. Algunos nombres que suenan son Jorge Herrera y Ariana Coba, aunque aún no hay una decisión definitiva.
La bancada más numerosa, Vamos, con 18 diputados, todavía no ha definido su postura ni candidato, pero se perfila como un actor clave que podría inclinar la balanza. No apoyará a Shirley Castañeda ni a candidatos ligados a la “vieja política” y está siendo cortejada por otros bloques.
El Partido Revolucionario Democrático (PRD), con 13 diputados, también es un jugador importante. Aunque no ha definido un candidato, el nombre de Raphael Buchanan ha circulado. El PRD puede actuar como aliado o árbitro en esta contienda.
Finalmente, la bancada mixta y otros grupos independientes han anunciado candidaturas propias y rechazo a RM, lo que fragmenta aún más el escenario y complica la formación de mayorías claras.
En resumen, la elección de la presidencia de la Asamblea será una contienda impredecible que se definirá en las negociaciones de último minuto, con múltiples bloques buscando alianzas y con un contexto de rechazo a la influencia de Martinelli en el Legislativo. Esta elección marcará el pulso político del país y puede influir en temas clave como la lucha contra irregularidades, el presupuesto estatal y reformas internas del Legislativo.