La crisis hÃdrica que afecta a las provincias de Herrera y Los Santos en Panamá, causada por la contaminación del rÃo La Villa, ha obligado a las plantas potabilizadoras de la región a adaptarse a una nueva realidad marcada por la calidad comprometida del agua. Este rÃo es la fuente principal para el suministro de agua cruda a las cuatro plantas potabilizadoras que abastecen a la región: Roberto Reyna (en Herrera), y Rufina Alfaro, Macaracas y Llano de Piedra (en Los Santos).
Situación actual y medidas adoptadas
Debido a la contaminación con microorganismos patógenos como nematodos y coliformes fecales, las plantas potabilizadoras han tenido que reducir su capacidad operativa y adoptar protocolos estrictos para garantizar la potabilidad del agua. Por ejemplo, las plantas Roberto Reyna y Rufina Alfaro han restablecido sus operaciones al 50%, con un monitoreo constante de la calidad del agua por parte del Instituto de Acueductos y Alcantarillados Nacionales (Idaan) y el Ministerio de Salud.
El director del Idaan, Rutilio Villarreal, ha señalado que aunque las plantas están operando, el agua distribuida aún no es completamente apta para el consumo humano sin un tratamiento adicional, recomendando hervir el agua entre tres y cinco minutos antes de su uso2. En paralelo, el Ministerio de Ambiente realiza inspecciones en la cuenca para identificar focos de contaminación, mientras que el Sistema Nacional de Protección Civil (Sinaproc) distribuye agua embotellada y mediante cisternas, priorizando hospitales y centros médicos.
Adaptación a la nueva realidad
La recuperación del rÃo La Villa depende de un proceso natural de autolimpieza, que es lento y está condicionado por las lluvias que diluyen los contaminantes. Esta situación obliga a las potabilizadoras a implementar medidas de mitigación ante eventos de turbiedad y contaminación recurrentes, adaptándose a un escenario donde la calidad del agua fluctúa y puede afectar la producción de agua potable.
Además, se están evaluando fuentes alternativas de agua, como pozos comunales y privados, para suplir la demanda mientras se estabiliza la calidad del agua del rÃo. También se estudian soluciones tecnológicas para la reutilización de aguas residuales tratadas y la recarga de acuÃferos en la cuenca, como parte de una estrategia de sostenibilidad hÃdrica a largo plazo.
Conclusión
Las plantas potabilizadoras en la región de Azuero deben adaptarse a la nueva realidad del rÃo La Villa, caracterizada por una calidad de agua comprometida y fluctuante. Esto implica operar bajo estrictos protocolos de monitoreo y tratamiento, buscar fuentes alternativas y apoyar procesos naturales de recuperación del rÃo, mientras se atiende la emergencia hÃdrica que afecta a más de 200 mil personas en Herrera y Los Santos.