António Costa, presidente del Consejo Europeo, ha instado a los estados miembros de la Unión Europea a tomar decisiones basadas en «hechos, no en percepciones» para firmar el acuerdo con los países del Mercosur antes de que finalice el año. En un debate ante el pleno de la Eurocámara, Costa enfatizó que este acuerdo crearía la mayor zona de libre comercio del mundo, abarcando un mercado de más de 700 millones de consumidores.
El ex primer ministro portugués argumentó que el acuerdo impulsaría la inversión en Europa, fortalecería las industrias estratégicas y crearía empleo. Subrayó la importancia de enfocarse en los beneficios a largo plazo para Europa, reiterando la necesidad de decisiones basadas en evidencia y no en suposiciones infundadas.
Costa abordó las preocupaciones sobre el impacto en la agricultura europea, señalando que la cuota de carne de vacuno del Acuerdo del Mercosur representa solo el 1,6% de la producción total europea, una cifra menor a la mitad de las importaciones actuales provenientes del Mercosur. Afirmó que esta cuota no destruirá la agricultura europea, contrarrestando los temores expresados por países como Francia y organizaciones agrícolas.
El presidente del Consejo Europeo defendió los acuerdos comerciales como herramientas para exportar estándares sociales y ambientales, argumentando que los aranceles no cumplen esta función. Esta declaración se presenta como un contraste directo a las políticas comerciales proteccionistas impulsadas por Estados Unidos.
Costa resaltó la ambiciosa agenda de comercio justo de la UE, que ya abarca a 78 países y continúa expandiéndose. Mencionó el avance en las negociaciones con países como India, Indonesia, Tailandia, Malasia y Filipinas, tras la conclusión de negociaciones políticas con el Mercosur y el acuerdo modernizado con México. Argumentó que definir las normas económicas globales, forjar alianzas sólidas y fomentar la prosperidad compartida es de vital interés para Europa.
Además, Costa subrayó la importancia de fortalecer la posición internacional de Europa mediante un mayor compromiso diplomático en un contexto multipolar. Destacó el apoyo a Ucrania y la ampliación a los Balcanes Occidentales como inversiones geopolíticas clave, pero instó a mirar más allá. Mencionó cumbres recientes con Sudáfrica, países de Asia Central, Reino Unido, Canadá y Moldavia, y anticipó encuentros futuros con Japón, China, Egipto, América Latina y el Caribe, y la Unión Africana.
Finalmente, Costa defendió la necesidad de contar con defensores creíbles del orden basado en normas, ya sea en Ucrania, Oriente Medio o en cualquier otro lugar donde estén en juego principios fundamentales. Afirmó que la Unión Europea es el socio creíble, predecible y fiable que el multilateralismo necesita, y que estará presente como un actor clave en foros como las Naciones Unidas, el G20 en Sudáfrica y la COP30 en Brasil.