Roma, Italia, se consolidó como un centro clave de apoyo europeo a Ucrania, especialmente ante la creciente presión militar rusa. La ciudad acogió la cuarta conferencia anual centrada en la reconstrucción de Ucrania, atrayendo a líderes políticos y empresariales de todo el mundo. El objetivo principal fue fomentar las asociaciones público-privadas en sectores críticos como la defensa, la minería y la energía, en un contexto de incertidumbre sobre el futuro compromiso de Estados Unidos con la defensa de Kiev.
La conferencia fue inaugurada por la Primera Ministra italiana, Giorgia Meloni, y el Presidente ucraniano, Volodimir Zelenskyy. La reunión se produce en un momento crítico, con Rusia intensificando sus ataques aéreos y terrestres contra Ucrania. Se estima que asistieron unas 100 delegaciones oficiales, junto con representantes de 40 organizaciones internacionales y bancos de desarrollo. Además, alrededor de 2,000 empresas, organizaciones de la sociedad civil y gobiernos locales ucranianos enviaron delegados, participando activamente en una feria comercial celebrada en el moderno centro de conferencias «Cloud» de Roma.
El enfoque principal de la conferencia fue conectar a inversores internacionales con sus homólogos ucranianos. El objetivo es facilitar el diálogo y forjar asociaciones conjuntas, no solo para reconstruir Ucrania durante y después de la guerra, sino también para modernizar el país y ayudarlo a implementar las reformas necesarias para su eventual adhesión a la Unión Europea.
Eleonora Tafuro Ambrosetti, investigadora principal del Instituto de Estudios de Política Internacional (ISPI) en Roma, destacó la urgencia de comenzar a hablar de reconstrucción a pesar de la guerra en curso. Subrayó que esta iniciativa no es contradictoria, sino una prioridad esencial.
Esta es la cuarta conferencia de este tipo sobre la recuperación de Ucrania, siguiendo a las ediciones anteriores celebradas en Lugano, Londres y Berlín. La conferencia de Berlín estableció cuatro pilares principales: empresas, capital humano, asuntos locales y regionales, y las reformas necesarias para la adhesión a la UE. Estos pilares continúan siendo el foco central en Roma.
Ambrosetti enfatizó que la conferencia sirve como una plataforma vital donde empresas europeas y ucranianas pueden establecer contactos y promover asociaciones público-privadas. Reconoció que los fondos públicos por sí solos son insuficientes para abordar el gigantesco esfuerzo de reestructuración que requiere Ucrania.
El Banco Mundial, la Comisión Europea y las Naciones Unidas han estimado que la recuperación de Ucrania requerirá una inversión de 524 mil millones de dólares durante la próxima década. Los socios internacionales de Ucrania se están centrando en industrias específicas para impulsar la recuperación.
Alexander Temerko, un empresario ucraniano-británico, señaló que la conferencia de Roma se diferencia de las anteriores por su enfoque en sectores y temas específicos, en lugar de generalidades sobre la necesidad de reconstrucción. El programa incluyó talleres prácticos sobre la reducción del riesgo en las inversiones y mesas redondas sobre la inversión en las industrias de tierras raras, farmacéutica y de defensa nacional de Ucrania.
Temerko destacó que esta conferencia es la primera en considerar proyectos específicos en los sectores energético, minero, metalúrgico, de infraestructura y de transporte, que necesitan ser restaurados urgentemente en Ucrania, especialmente durante la guerra.
Kurt Volker, ex representante especial de Estados Unidos para las negociaciones con Ucrania, sugirió que el éxito de la conferencia depende del respaldo de una agencia coordinadora que proporcione un seguimiento y un liderazgo político enfocado en la recuperación de Ucrania. Anticipó que, si se logra un alto el fuego sostenible, Ucrania podría experimentar un crecimiento económico significativo.
Además de Meloni y Zelenskyy, asistieron a la conferencia el canciller alemán, Friedrich Merz, el primer ministro polaco, Donald Tusk, el primer ministro holandés, Dick Schoof, la comisaria europea, Ursula von der Leyen, y ministros de Economía y Asuntos Exteriores de otros países europeos. El Presidente francés, Emmanuel Macron, participó en una videoconferencia de la «coalición de los dispuestos», que incluye países dispuestos a desplegar tropas en Ucrania para supervisar cualquier futuro acuerdo de paz con Rusia.
El teniente general retirado Keith Kellogg, enviado especial del presidente Donald Trump a Ucrania y Rusia, también estuvo presente en Roma y se reunió con Zelenski. Zelenski, quien también se reunió con el Papa León XIV, abordó la adopción de un nuevo paquete de sanciones estadounidenses con funcionarios estadounidenses, según Andrii Sybiha, Ministro de Asuntos Exteriores ucraniano. Este paquete incluye un arancel del 500% sobre las importaciones de productos de países que siguen comprando petróleo ruso, lo que tendría consecuencias significativas para China e India.
Sybiha instó a la comunidad internacional a actuar para desfinanciar la maquinaria bélica rusa y apoyar a Ucrania.
El futuro de la «coalición de los dispuestos» depende en gran medida del respaldo estadounidense, ya sea a través de poder aéreo o asistencia militar. Sin embargo, el compromiso de la administración Trump con este apoyo sigue siendo incierto.