La calma no ha llegado a las aulas panameñas tras el reciente paro docente que afectó a miles de estudiantes. Los gremios de educadores han denunciado una campaña de presión por parte del Ministerio de Educación (Meduca) y la Contraloría General de la República, que están exigiendo las listas de asistencia de los días de huelga. Los sindicatos, como la Asociación de Educadores Veragüenses (AEVE) y la Unión de Educadores de Panamá (UNE), califican la acción como un hostigamiento y una amenaza velada de retención de salarios a los docentes que participaron en la protesta.
Las listas de asistencia, el nuevo campo de batalla
La disputa se centra en las listas de asistencia que los directores de escuelas están obligados a entregar. Mientras los gremios argumentan que la medida busca intimidar a los maestros y minar la fuerza de futuras protestas, el Meduca ha defendido su posición, justificando que la solicitud es un procedimiento administrativo regular. Según las autoridades, se trata de una obligación legal del Estado de verificar la asistencia para poder procesar los pagos de salarios, y no de una medida punitiva.
El trasfondo del conflicto y el futuro de las negociaciones
El paro docente se originó por una serie de demandas insatisfechas, entre ellas la necesidad de mejoras salariales, la inversión en la infraestructura escolar y el cumplimiento de acuerdos previos con el Gobierno. A pesar de que la huelga se levantó tras un acuerdo para establecer una mesa de diálogo, el conflicto por las listas de asistencia demuestra la persistente desconfianza entre las partes. La situación actual podría tensar aún más la relación y dificultar la resolución de los problemas de fondo que enfrenta el sistema educativo de Panamá.