El presidente Donald Trump ha dado dos pasos significativos en su compromiso de apoyar la integridad territorial de Ucrania, anticipándose a un posible acuerdo de armisticio entre Volodimir Zelenski y Vladimir Putin. A pesar de descartar el envío de tropas terrestres estadounidenses para formar parte de una fuerza de paz multilateral, Trump ha ordenado al Pentágono que explore opciones para que la Fuerza Aérea de EE.UU. colabore con la OTAN en la protección de Ucrania.
Esta decisión se produce en un momento crucial, con la posibilidad de un alto el fuego en el horizonte, pero con la persistente amenaza de la expansión territorial rusa. La estrategia de Trump busca disuadir a Putin de futuras ofensivas sin involucrar directamente a las tropas estadounidenses en el terreno.
El General Dan Caine, Jefe del Estado Mayor Conjunto, se reunió ayer con altos mandos militares de Alemania, Finlandia, Francia y el Reino Unido para discutir las posibles modalidades de cooperación con la OTAN. El General Alexus Grynkewich, jefe de las fuerzas militares de EE.UU. en Europa, también participó, subrayando la importancia de la coordinación con la OTAN.
Grynkewich tiene la tarea de presentar a los representantes militares de todos los miembros de la OTAN las opciones que el Pentágono está considerando para garantizar la seguridad de Ucrania. Esta presentación, que se realizará hoy a través de videoconferencia, busca un consenso rápido entre el Pentágono y la OTAN antes de presentar una propuesta final a Zelenski y sus socios europeos.
Antes de anunciar públicamente la no participación de tropas estadounidenses, Trump mantuvo una conversación telefónica con Putin para discutir la posibilidad de una cumbre trilateral con Zelenski. Durante esta llamada, Putin reiteró su oposición a la adhesión de Ucrania a la OTAN, pero se mostró abierto a un sistema de seguridad acordado entre Zelenski y ciertos países europeos.
En la Casa Blanca, se están considerando tres escenarios:
- Fuerza de Mantenimiento de la Paz: Integrada por tropas europeas con apoyo logístico estadounidense, complementaría al ejército ucraniano con un enfoque defensivo y disuasorio.
- Despliegue Rápido de Unidades Europeas: Capaz de responder rápidamente a movimientos inesperados del ejército ruso.
- Fuerza de Observación: Monitorearía el territorio ucraniano, proporcionando alertas tempranas sobre posibles acciones militares basándose en información de inteligencia estadounidense.
Putin parece inclinarse por una Fuerza de Observación, mientras que Europa aboga por una Fuerza de Mantenimiento de la Paz. Trump, por su parte, insiste en que cualquier despliegue no debe asemejarse a una presencia de la OTAN, lo que sería inaceptable para Moscú.
Se espera que la iniciativa multilateral para apoyar la seguridad de Ucrania se defina antes del fin de semana. Posteriormente, se producirá un contacto diplomático entre Steve Witkoff, enviado especial de la Casa Blanca, y el canciller ruso Serguei Lavrov para negociar una fórmula común y definir la fecha y el lugar de una posible cumbre entre Zelenski y Putin.
Si bien Trump sugirió una cumbre a fines de agosto, la agenda de Putin, que incluye un viaje a China para reunirse con Xi Jinping, presenta desafíos logísticos. Además, la elección de la sede del encuentro también es objeto de debate, con propuestas de Ginebra, Moscú y Budapest. Zelenski ha descartado viajar a Moscú.
La situación sigue siendo fluida, pero el compromiso de Trump de apoyar la seguridad de Ucrania, aunque sin tropas terrestres, es un factor clave en la búsqueda de una solución pacífica al conflicto.