Noruega ha alzado su voz para expresar profunda preocupación por el alarmante incremento de las desapariciones forzadas en Venezuela, especialmente tras las elecciones presidenciales del 28 de julio de 2024. En un comunicado oficial emitido por el Ministerio de Relaciones Exteriores, el gobierno noruego exigió al régimen de Nicolás Maduro que ponga fin a la violencia política y respete los derechos fundamentales del pueblo venezolano.
La declaración, emitida en el marco del Día Internacional de las Víctimas de Desapariciones Forzadas, subraya que la cantidad de desapariciones asociadas a la represión política en Venezuela prácticamente se ha duplicado en el último período reportado. Datos del Grupo de Trabajo de la ONU sobre Desapariciones Forzadas o Involuntarias, citados por Noruega, revelan que estos casos afectan particularmente a quienes se manifestaron o actuaron como defensores de los derechos humanos durante y después del proceso electoral.
El Ministerio de Exteriores noruego detalló que muchos de los hechos catalogados como “desapariciones de corto plazo” ocurrieron en torno a la jornada presidencial y el periodo inmediatamente posterior. La alarma de Noruega se centra en el uso de la desaparición forzada como herramienta de intimidación política, empleada para silenciar a integrantes de la oposición, activistas prodemocracia y defensores de derechos humanos.
“El uso creciente de la desaparición forzada como arma para silenciar a miembros de la oposición, a quienes son percibidos como tales, a activistas democráticos y defensores de derechos humanos es inaceptable”, enfatizó Espen Barth Eide, ministro de Relaciones Exteriores de Noruega. Eide instó al régimen de Nicolás Maduro a adoptar medidas que aseguren el respeto de las normas internacionales y eviten daños irreparables a las víctimas, demandando el fin de la violencia política y el respeto al derecho a la libertad de expresión y participación política.
La posición de Noruega se alinea con las preocupaciones formuladas por organismos multilaterales. El Grupo de Trabajo de la ONU advirtió sobre un aumento sustancial de casos “sin resolver” en territorio venezolano en su último informe. Además de las desapariciones, el reporte noruego incluye denuncias por uso excesivo de la fuerza contra manifestantes y asesinatos atribuidos a agentes estatales.
La declaración oficial concluyó reiterando el respaldo noruego a los familiares de las víctimas y a quienes los asisten, incluyendo organizaciones y abogados orientados a la defensa de los derechos humanos. Noruega reafirmó así su compromiso con el seguimiento internacional sobre la situación venezolana y la defensa del derecho internacional humanitario.
Semanas atrás, Gloria de Mees, relatora de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) para Venezuela, expuso ante el Consejo Permanente de la Organización de los Estados Americanos (OEA) la intensificación de la represión en Venezuela desde las elecciones presidenciales de julio de 2024. De Mees subrayó que la vigilancia ejercida por el régimen de Maduro genera un clima de miedo que termina silenciando a la sociedad.
“La situación no es nueva, pero ahora es sistemática. Se ha intensificado y no solo afecta a los defensores de los derechos humanos, periodistas o los disidentes, ahora es a todo el mundo, porque hay temor a las represalias”, explicó De Mees a la agencia EFE. La relatora insistió en que la represión afecta ahora a la población en su conjunto, no solo a activistas y periodistas, y advirtió sobre el efecto paralizante que produce el miedo extendido en Venezuela.
En un contexto de creciente tensión, la comunidad internacional observa con preocupación la situación en Venezuela, mientras Noruega se une a las voces que exigen el respeto a los derechos humanos y el cese de la violencia política en el país.