En una jornada marcada por la tragedia, el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, visitó el lugar del ataque a tiros en Jerusalén, donde dos atacantes palestinos segaron la vida de seis personas e hirieron a otras doce en una parada de autobús. Netanyahu declaró que Israel se encuentra inmerso en una «gran guerra contra el terrorismo» que se libra en múltiples frentes.
«Estamos llevando a cabo una gran guerra contra el terrorismo en todos los frentes», afirmó Netanyahu a los medios israelíes presentes en la intersección de Ramot, el escenario del atentado. Expresó sus condolencias a las familias de las víctimas y deseó una pronta recuperación a los heridos. El ataque se produjo durante la hora pico matutina, cuando los atacantes abrieron fuego contra personas que esperaban en la parada de autobús. Afortunadamente, un soldado israelí y un civil presentes en el lugar lograron abatir a los terroristas, según informó la policía.
Netanyahu llegó al lugar del ataque aproximadamente dos horas después del tiroteo. Su comparecencia ante el tribunal por su juicio de corrupción en curso fue pospuesta debido a la grave situación de seguridad. El primer ministro anunció que las fuerzas de seguridad israelíes están «persiguiendo y cercando las aldeas de donde vinieron los terroristas», refiriéndose a Qatanna y Al-Qubeibah, pueblos al sureste de Ramallah en Cisjordania, de donde eran originarios los atacantes.
«La lucha continúa en la Franja de Gaza», añadió Netanyahu, reiterando su promesa de «destruir a Hamas y liberar a todos nuestros rehenes». También reconoció que la guerra se extiende a Jerusalén y Judea y Samaria (Cisjordania), donde, según dijo, Israel ha actuado con gran fuerza. A pesar de los esfuerzos del Shin Bet, las FDI y la Policía de Israel para frustrar cientos de ataques este año, lamentablemente no pudieron evitar la tragedia de esta mañana.
Las imágenes del ataque muestran la escena de pánico con decenas de personas huyendo de la parada de autobús. Un autobús con el parabrisas acribillado a balazos permanecía detenido en la parada, con pertenencias esparcidas por la calle. Los paramédicos que llegaron al lugar describieron la escena como caótica, cubierta de vidrios rotos, con personas heridas e inconscientes en la carretera y la acera.
Este tiroteo tuvo lugar en una intersección clave en la entrada norte de Jerusalén, en una carretera que conduce a asentamientos judíos ubicados en el este de la ciudad. Cientos de miembros de las fuerzas de seguridad se desplegaron en la zona para buscar posibles atacantes adicionales o explosivos.
Hamas celebró el ataque sin reclamar la autoría, calificándolo como una «respuesta natural a los crímenes de la ocupación contra nuestro pueblo». Este es el ataque más mortífero desde el tiroteo masivo de octubre de 2024 en Tel Aviv, donde dos palestinos mataron a siete personas en un tren ligero.
La guerra en Gaza ha exacerbado la violencia en Cisjordania e Israel. Si bien los terroristas palestinos han atacado y matado a israelíes, también ha habido un aumento en la violencia de los colonos contra los palestinos. Según datos de la ONU, al menos 49 israelíes han muerto a manos de palestinos desde el inicio de la guerra hasta julio de 2025, mientras que las fuerzas israelíes y civiles han matado al menos a 968 palestinos en el mismo período.