La selección venezolana, la Vinotinto, se despidió de sus aspiraciones de repechaje para el Mundial de Norteamérica 2026 tras sufrir una contundente derrota 6-3 ante Colombia en un partido disputado en el estadio Monumental de Maturín. El sueño de clasificar a la máxima cita futbolística, que había comenzado hace dos años con la promesa de una generación de jóvenes talentos, se esfumó en un encuentro donde la efectividad colombiana y la derrota de Venezuela ante Bolivia sentenciaron el destino de la Vinotinto.
El partido comenzó con una nota positiva para Venezuela, cuando Telasco Segovia abrió el marcador a los 3 minutos con un potente remate cruzado. Sin embargo, la alegría duró poco, ya que Colombia respondió rápidamente con un gol de Yerry Mina de cabeza a los 10 minutos. Josef Martínez volvió a adelantar a Venezuela dos minutos después, aprovechando un balón suelto en el área. No obstante, Luis Suárez, la figura del partido, igualó el marcador para Colombia al minuto 42.
La segunda mitad fue un monólogo colombiano. Suárez se destapó con tres goles más, incluyendo un golazo tras regatear a la defensa, mientras que Jhon Córdoba añadió el sexto tanto para los visitantes. A pesar de los goles de Telasco Segovia, Josef Martínez y Salomón Rondón, la defensa venezolana no pudo contener el ataque colombiano, liderado por un inspirado Luis Suárez, quien anotó cuatro goles.
El resultado en Maturín, sumado a la victoria de Bolivia sobre Brasil, dejó a Venezuela sin opciones de clasificar al repechaje para el Mundial 2026. La Vinotinto, que necesitaba ganar y esperar otros resultados favorables, se vio superada por una Colombia que mostró contundencia y efectividad en ataque.
El partido deja un sabor amargo para la afición venezolana, que había depositado grandes esperanzas en esta generación de futbolistas. A pesar del esfuerzo y la entrega de algunos jugadores, la Vinotinto no logró mantener la regularidad y la solidez necesarias para competir al más alto nivel. La derrota ante Colombia marca el final de un ciclo y plantea interrogantes sobre el futuro del fútbol venezolano de cara a las próximas competiciones internacionales. La necesidad de una reestructuración y la búsqueda de nuevos talentos se hacen evidentes tras este duro revés. La ilusión mundialista deberá esperar, al menos, para el próximo ciclo eliminatorio.