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En un intento por abordar la crisis migratoria que afecta a América del Norte, el presidente electo de Panamá, José Raúl Mulino, ha propuesto al presidente de Estados Unidos, Joe Biden, un acuerdo para cerrar el corredor selvático de la provincia del Darién, en la frontera con Colombia. Según afirmó el periodista Andrés Oppenheimer en un artículo de opinión publicado en el diario El Nuevo Herald, Mulino ofreció comenzar a detener a los migrantes en la selva del Darién e iniciar vuelos diarios para repatriarlos a sus países de origen.
“Estoy muy motivado y muy decidido a colaborar con la administración Biden desde nuestro país hacia la solución a este problema allá en Estados Unidos”, declaró Mulino. La selva del Darién es una de las principales rutas de inmigración ilegal hacia Estados Unidos. El año pasado, más de 500,000 migrantes de Venezuela, Cuba y otros países cruzaron esta peligrosa selva rumbo al norte.
Mulino destacó que Estados Unidos debe “correr con el costo de esta operación”, ya que es un problema que afecta principalmente al país del norte. “La frontera de Estados Unidos hoy no es Texas. La frontera hoy de Estados Unidos es Darién, en Panamá”, enfatizó el presidente electo, quien asumirá el cargo el próximo 1 de julio.
Según Oppenheimer, Mulino ya ha discutido la idea de iniciar una repatriación diaria financiada por Estados Unidos con diplomáticos estadounidenses, y espera explorarla en mayor detalle con el enviado de Biden a su ceremonia de toma de posesión, posiblemente el secretario de Seguridad Nacional de Estados Unidos, Alejandro Mayorkas.
Mulino admitió que sería difícil y costoso transportar a todos los migrantes de regreso a sus países, pero enfatizó que “después de que despegue el cuarto o el quinto avión hacia Colombia o Venezuela, la gente lo va a pensar dos veces” antes de embarcarse en el peligroso viaje a través de la selva.
Algunos diplomáticos y expertos en inmigración señalan que, con un vuelo de repatriación al día, Panamá solo podría enviar de vuelta alrededor del 10% de los aproximadamente 1,200 inmigrantes indocumentados que cruzan la selva del Darién a diario, lo que difícilmente haría una gran diferencia en el número total del flujo migratorio. No obstante, los defensores del plan de Mulino dicen que Panamá podría enviar más de un vuelo de repatriación por día y recibir ayuda de Estados Unidos con inteligencia satelital y asesores en el terreno.
John Feeley, exembajador de Estados Unidos en Panamá, indicó que Washington ya está pagando vuelos de deportación desde Estados Unidos y que debería hacer lo mismo desde Panamá. “El Departamento de Seguridad Nacional tiene un presupuesto significativo para repatriar a extranjeros indocumentados”, afirmó Feeley.
Mulino, como exministro de seguridad, es consciente de que la selva del Darién se ha convertido en un centro de tráfico de personas, cárteles de la droga y crimen organizado. Además, los cruces por la jungla están creando problemas de derechos humanos para Panamá, ya que muchos migrantes mueren en la selva.
Para el periodista Andrés Oppenheimer, Biden haría bien en ayudar a Panamá a contener la migración, lo cual reduciría el flujo migratorio y refutaría las afirmaciones del aspirante republicano Donald Trump sobre una supuesta “invasión” de inmigrantes. Según datos oficiales de Estados Unidos, el flujo de migrantes ha caído un 40% en los primeros cuatro meses de este año en comparación con los cuatro meses anteriores. Con el acuerdo propuesto por Mulino, la caída del número de migrantes podría ser aún mayor.
