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El gobierno brasileño ha descartado aplicar medidas de respuesta a los nuevos aranceles impuestos por Estados Unidos a las importaciones de acero, según declaró este miércoles el ministro de Hacienda, Fernando Haddad.
«Nosotros no vamos a proceder así por orientación del presidente», explicó Haddad a periodistas tras reunirse con representantes del sector siderúrgico nacional. Según el ministro, el presidente Luiz Inácio Lula da Silva ha ordenado mantener «mucha calma en este momento» de tensión comercial con Washington.
Diálogo abierto entre ambos países
La administración Trump implementó este miércoles aranceles del 25% a las importaciones de acero, aluminio y otros productos de varios países. Esta medida afecta especialmente a Brasil, que es el segundo mayor proveedor de acero a Estados Unidos, solo por detrás de Canadá.
Haddad señaló que en la reunión con el sector siderúrgico surgieron argumentos «muy consistentes» sobre cómo Estados Unidos «solo puede perder» con la imposición de estos aranceles, dado que el comercio entre ambas naciones es «muy equilibrado». La balanza comercial bilateral asciende a aproximadamente 80.000 millones de dólares, con un ligero superávit de 200 millones favorable a Estados Unidos.
Las administraciones de Lula y Trump ya han establecido un canal de diálogo sobre estas nuevas medidas arancelarias. El canciller brasileño Mauro Vieira y el representante de Comercio estadounidense Jamieson Greer acordaron el 7 de marzo crear «un grupo de trabajo para tratar temas arancelarios», según informó la cancillería brasileña.
Un cambio de postura
Esta posición conciliadora contrasta con las declaraciones previas del presidente Lula, quien había advertido que Brasil respondería con «reciprocidad» si se concretaban tales medidas. «Si gravan el acero brasileño, reaccionaremos comercialmente, denunciaremos ante la Organización Mundial de Comercio o impondremos aranceles a los productos que importamos de ellos», había afirmado en una entrevista radiofónica.
Mientras tanto, el sector siderúrgico brasileño sigue su curso. El martes, Lula inauguró la ampliación de una planta de la siderúrgica Gerdau, que aumentará su producción de acero en 200.000 toneladas anuales, alcanzando 1,1 millones de toneladas al año. La empresa ha aclarado que toda esta producción estará destinada al mercado nacional.
El complejo de Gerdau en Ouro Branco representa aproximadamente el 12% del acero producido en Brasil, que el año pasado alcanzó los 33,7 millones de toneladas.
