En 2025, la inteligencia artificial (IA) se ha consolidado como el foco principal de casi todas las startups tecnológicas, especialmente en Estados Unidos. Según datos de la aceleradora Y Combinator, cerca del 50% de las startups de su hornada de primavera 2025 se dedican a desarrollar agentes de IA o soluciones basadas en esta tecnología, reflejando la fuerte apuesta del sector por la IA como motor de innovación y crecimiento.
Esta concentración en IA representa una evolución clara en las tendencias tecnológicas: mientras que en décadas anteriores las startups se enfocaban en aplicaciones móviles, redes sociales o fintech, hoy la IA lo domina todo. Esta saturación plantea interrogantes sobre la diversidad tecnológica y el riesgo de una posible burbuja, similar a la ocurrida con las puntocom en los años 2000, cuando muchas empresas buscaban soluciones a problemas que no existían realmente.
No obstante, expertos en inversión destacan que, aunque muchas startups podrían fracasar, otras lograrán éxitos espectaculares, justificando la alta valoración y el interés inversor. De hecho, algunas startups de IA emergentes alcanzan valoraciones iniciales de alrededor de 70 millones de dólares incluso sin un producto visible, impulsadas por rondas de financiación récord en este sector.
En Latinoamérica, también se observa un crecimiento significativo de startups de IA, con empresas como Vambe (Chile), Blip (Brasil), WeKall (Colombia) y kAI (México) destacando por sus soluciones innovadoras en ventas, marketing, atención al cliente y productividad, respaldadas por importantes inversiones regionales e internacionales.
Entre las mayores empresas globales que impulsan la IA se encuentran Tesla, que desarrolla tecnologías de conducción autónoma y robótica, utilizando IA para innovar en vehículos eléctricos y energía renovable.
En resumen, la inteligencia artificial domina el panorama startup en 2025, con un ecosistema vibrante pero concentrado, que plantea tanto grandes oportunidades como desafíos relacionados con la diversificación tecnológica y la sostenibilidad del crecimiento.