Brasil mantiene crecimiento económico en 2025, pero con un ritmo desacelerado respecto a 2024. En abril, el sector servicios, que representa cerca del 70% del PIB brasileño, creció un 0,4%, impulsando la actividad económica a pesar de caÃdas en los sectores agropecuario e industrial. En el primer trimestre, el PIB aumentó un 1,4% respecto al trimestre anterior y un 2,9% interanual, con un fuerte desempeño agrÃcola que creció un 12,2% gracias a condiciones climáticas favorables y una cosecha récord de soja.
La Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) proyecta un crecimiento del 2,1% para Brasil en 2025, una desaceleración frente al 3,4% registrado en 2024, y anticipa que esta tendencia continuará en 2026 con un avance del 1,6% del PIB. El Gobierno brasileño, por su parte, elevó su previsión para 2025 a un crecimiento del 2,4%, apoyado en la producción agropecuaria y el consumo interno, aunque también prevé una desaceleración en la segunda mitad del año.
Entre los factores que limitan el crecimiento están el debilitamiento de la demanda interna y del consumo, la inflación que se mantiene por encima del 5% anual, la caÃda de la inversión privada debido a la menor demanda externa y mayores aranceles de EE.UU., asà como las altas tasas de interés que el Banco Central mantiene en torno al 15% anual para controlar la inflación. La inflación se situó en 5,53% interanual en abril, por encima de la meta oficial del 4,5%.
BBVA Research también señala que, aunque la demanda interna sigue sólida, el endurecimiento monetario, una polÃtica fiscal menos expansiva y un entorno global menos favorable contribuirán a la moderación del crecimiento y la inflación, con previsiones de crecimiento del 2,2% para 2025 y 1,6% para 2026.
En resumen, Brasil crece en 2025, pero con un ritmo más lento, afectado por factores internos y externos que limitan la expansión económica tras un fuerte desempeño en 2024