El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, abandonó de forma abrupta la cumbre del G-7 en Kananaskis, Canadá, debido a la escalada de tensiones en Oriente Próximo entre Israel e Irán. A bordo del Air Force One, Trump declaró que no busca simplemente un alto el fuego, sino «un final real» y permanente al conflicto, exigiendo que Irán «se rinda del todo» y renuncie a su programa nuclear, al que considera una amenaza inaceptable.
Trump, que había mostrado cierto optimismo sobre un posible acuerdo de desescalada días antes, culpó a Irán por no haber aceptado las propuestas estadounidenses durante semanas de negociaciones previas. Aunque mencionó la posibilidad de enviar a su vicepresidente J. D. Vance y a su enviado especial para Oriente Próximo, Steve Witkoff, para dialogar con los iraníes, también expresó que «no tiene muchas ganas de negociar» con Teherán.
El mandatario insistió en que Irán «no puede tener ni una sola arma nuclear» y urgió a la evacuación inmediata de Teherán para proteger a la población civil, ante la advertencia israelí de ataques contra objetivos militares en la capital iraní. Además, afirmó que Israel mantendrá el ritmo de sus ataques y que Estados Unidos está trabajando para ayudar a los estadounidenses que intentan salir de la región.
Durante la cumbre, Trump se negó a sumarse a una declaración conjunta del G-7 que llamaba a una desescalada, lo que generó tensiones con otros líderes, como Emmanuel Macron, a quien criticó duramente. Sin embargo, finalmente dio su visto bueno a una declaración del G-7 que acusa a Irán de ser «la principal fuente de inestabilidad y terrorismo» en Oriente Medio y que apoya el derecho de Israel a defenderse, aunque sin comprometerse a un alto el fuego inmediato.
Trump ha reiterado que bajo su liderazgo Estados Unidos continuará trabajando para impedir que Irán desarrolle armas nucleares, y ha advertido que la situación podría agravarse si Irán no acepta un acuerdo pronto. La escalada militar y diplomática mantiene en alerta a la comunidad internacional, con un futuro incierto para la región.