El Gobierno Nacional de Panamá, a través del Ministerio de Ambiente (MiAmbiente), informó sobre los avances en los trabajos para enfrentar la grave crisis de agua potable que afecta a la región de Azuero, especialmente en las provincias de Herrera y Los Santos, debido a décadas de contaminación en la cuenca del río La Villa.
Situación actual y causas
- Más de 207,000 habitantes dependen del agua proveniente del río La Villa y del río Estibaná, cuyas fuentes están severamente contaminadas por actividades humanas, principalmente la porcicultura intensiva, uso excesivo de agroquímicos y falta de fiscalización ambiental adecuada.
- Se identificaron 36 puntos de contaminación en los ríos, de los cuales 23 son críticos. De 16 instalaciones porcinas inspeccionadas, 8 están en proceso de adecuación y una fue clausurada definitivamente.
- La contaminación ha provocado que el agua que llega a las plantas potabilizadoras no sea apta para consumo humano, aunque puede usarse para aseo personal y limpieza del hogar bajo estrictas recomendaciones.
- Debido a esta situación, se declaró estado de emergencia sanitaria en Herrera y Los Santos, suspendiendo actividades escolares en varias zonas por riesgo sanitario.
Medidas y avances gubernamentales
- El Ministerio de Ambiente ha realizado un exhaustivo monitoreo y análisis de la calidad del agua en 36 puntos estratégicos de los ríos La Villa y Estibaná, con muestras georeferenciadas y análisis en laboratorios especializados.
- Se han ordenado cierres temporales y procesos de adecuación en fincas porcinas responsables de la contaminación, con el objetivo de corregir prácticas que afectan la calidad del agua.
- El Instituto de Acueductos y Alcantarillados Nacionales (Idaan) mantiene un operativo de distribución de agua potable mediante camiones cisterna y entrega de agua embotellada para garantizar el abastecimiento seguro a la población mientras se resuelve la crisis.
- El Gobierno insiste en que el agua de red no debe consumirse ni usarse para cocinar o lavar utensilios, recomendando hervir el agua destinada al consumo humano.
- Se trabaja en la restauración de la calidad del agua en las fuentes naturales y en la desinfección de las plantas potabilizadoras y redes de distribución una vez se confirme la mejora en los parámetros ambientales.
Impacto social
- Más de 100,000 personas están afectadas directamente por la falta de agua potable segura, lo que ha generado preocupación por posibles epidemias y afectaciones a la salud pública.
- Comunidades rurales y urbanas dependen de acueductos comunitarios, muchos de los cuales no garantizan la calidad ni la continuidad del servicio, lo que aumenta la vulnerabilidad de la población.
- Líderes comunitarios, como Rutilio Mendieta, han asumido el rol de “guardianes del agua” para mantener los sistemas de abastecimiento en medio de la crisis.
Conclusión
La crisis del agua en Azuero es un problema estructural y ambiental de larga data que requiere acciones coordinadas y sostenidas para recuperar la calidad de los ríos La Villa y Estibaná. Aunque el Gobierno ha avanzado en medidas de control, monitoreo y distribución de agua segura, la población sigue enfrentando restricciones en el consumo y riesgos sanitarios. La solución definitiva dependerá de la corrección de prácticas contaminantes, la fiscalización efectiva y la restauración ambiental de las fuentes hídricas.