James Franco, reconocido actor y director estadounidense, está iniciando una nueva etapa profesional que implica alejarse de Hollywood para vivir en Italia y dedicarse a hacer cine en comunidad. Motivado por una búsqueda de equilibrio entre su vida personal y laboral, Franco ha reflexionado sobre su carrera de más de tres décadas y ochenta y cinco películas, reconociendo que durante mucho tiempo estuvo impulsado por una intensa necesidad de validación profesional que lo llevó a un ritmo de trabajo excesivo y poco saludable.
En una entrevista con Vanity Fair, Franco explicó que ahora prioriza el equilibrio y la conexión con los demás, valorando el cine como un trabajo colaborativo y dejando atrás su antigua tendencia a querer controlar todo. Su experiencia como presidente del jurado en el Festival de Cine de Milán fortaleció su vínculo con el cine italiano y despertó su deseo de establecerse en el país europeo. Durante el festival, presentó la película italiana «Hey Joe», dirigida por Claudio Giovannesi, y quedó impresionado por la calidad y solidez del cine contemporáneo italiano, lo que reforzó su interés por participar en producciones locales.
Franco también comentó que su enfoque actual es elegir proyectos en los que cree y que le permitan ayudar a realizar la visión de los directores, en lugar de luchar por el control. Además, manifestó su rechazo a la filosofía de éxito a cualquier costo, buscando una vida con sentido y balance. Entre sus recientes trabajos en Italia se encuentra «Squali», donde interpreta a un personaje inspirado en Gordon Gekko, adaptado a la era tecnológica.
Este cambio de rumbo refleja una evolución en la carrera de Franco, quien desea una vida más saludable y colaborativa, y está entusiasmado por trabajar con nuevos talentos y explorar narrativas actuales dentro del cine italiano, con la intención de vivir en Italia junto a su pareja.