Europa atraviesa una ola de calor histórica con temperaturas que superan los 40ºC en varias regiones, incluyendo España, Francia, Italia, Grecia y Portugal. Este fenómeno extremo, que se prevé persistirá hasta la primera semana de julio, representa un grave riesgo para la salud, especialmente para niños, personas mayores y quienes tienen enfermedades crónicas.
Las olas de calor, cada vez más frecuentes debido al cambio climático, exigen medidas urgentes para protegerse. Aquà algunos consejos clave para sobrevivir a estas altas temperaturas:
- Mantenerse hidratado: Beber abundante agua es fundamental para evitar la deshidratación. También ayuda consumir frutas y verduras con alto contenido de agua.
- Evitar la exposición al sol en las horas centrales: Permanecer en interiores, preferiblemente con persianas bajadas y aire acondicionado, durante las horas de mayor calor, suele ser la mejor opción.
- Vestir ropa ligera y de colores claros: Usar prendas naturales, holgadas y claras ayuda a reflejar el calor y facilita la transpiración.
- Refrescar el cuerpo: Mojar la ropa o aplicar agua frÃa en manos, pies, axilas y cuello, usar ventiladores portátiles o chalecos refrigerantes pueden ayudar a bajar la temperatura corporal1.
- Evitar el ejercicio en las horas más calurosas: Si se realiza actividad fÃsica, debe hacerse temprano en la mañana o al atardecer, y siempre con abundante hidratación.
- Reconocer sÃntomas de enfermedades por calor: Sudoración intensa, calambres musculares y dolor de cabeza son señales de alerta. Ante sÃntomas más graves como mareos y aceleración del ritmo cardÃaco, se debe buscar atención médica inmediata.
- No dejar a niños ni mascotas en vehÃculos: El interior de un coche puede alcanzar temperaturas mortales en pocos minutos.
- Protegerse con gorra y buscar sombra: Al salir a la calle, es recomendable caminar por zonas sombreadas y usar protección para la cabeza.
- Evitar cambios bruscos de temperatura:Â Pasar del calor exterior a un aire acondicionado muy frÃo puede resecar mucosas y afectar la salud.
Las autoridades europeas han activado alertas rojas y naranjas en varias ciudades para proteger a la población y prevenir incendios forestales. Se recomienda seguir las indicaciones oficiales y mantenerse informado sobre las condiciones locales.