El Instituto de Meteorología e Hidrología de Panamá (IMHPA) ha emitido un aviso ante la inminente incursión de polvo proveniente del Sahara. Este fenómeno, recurrente cada año, puede acarrear consecuencias para la salud, especialmente para personas sensibles con predisposición a alergias respiratorias.
El polvo del Sahara, una masa de aire seco y cargado de partículas minerales, viaja miles de kilómetros desde el desierto africano hasta alcanzar el Caribe y, en este caso, Panamá. Aunque este fenómeno es natural, su llegada puede exacerbar condiciones preexistentes y generar molestias en la población.
Entre los efectos más comunes que se pueden experimentar durante la incursión del polvo del Sahara se encuentran:
- Alergias respiratorias: Las partículas de polvo pueden irritar las vías respiratorias, provocando síntomas como tos, estornudos, secreción nasal, picazón en los ojos y dificultad para respirar. Las personas con asma, rinitis alérgica u otras enfermedades respiratorias crónicas son particularmente vulnerables.
- Irritación de la piel: El contacto con el polvo puede causar irritación cutánea, especialmente en personas con piel sensible o eccema.
- Problemas de visión: Las partículas en el aire pueden irritar los ojos, causando enrojecimiento, picazón y lagrimeo.
El IMHPA recomienda a la población, especialmente a los grupos de riesgo, tomar las siguientes precauciones durante la incursión del polvo del Sahara:
- Mantenerse informados: Estar atentos a los avisos y recomendaciones emitidos por las autoridades competentes.
- Permanecer en interiores: En la medida de lo posible, evitar la exposición al aire libre, especialmente durante las horas de mayor concentración de polvo.
- Cerrar puertas y ventanas: Sellar bien las viviendas para evitar la entrada de polvo.
- Utilizar mascarillas: Si es necesario salir, usar mascarillas que cubran la nariz y la boca para filtrar las partículas de polvo.
- Consultar al médico: Si se experimentan síntomas respiratorios o alérgicos, buscar atención médica.
Este fenómeno, aunque molesto, es un evento natural que se repite anualmente. Tomando las precauciones necesarias, se pueden minimizar los efectos negativos en la salud. El IMHPA continuará monitoreando la situación y emitiendo actualizaciones según sea necesario.