La economía europea más perjudicada por los aranceles estadounidenses es Alemania, debido principalmente a su fuerte dependencia del sector automovilístico, que fue golpeado con un arancel del 25% impuesto en abril de 2025. Este arancel podría costarle a Alemania hasta un 0,4% de su PIB a largo plazo, según el think tank Bruegel.
Además de Alemania, Irlanda también se encuentra muy expuesta, especialmente si se aplican aranceles al sector farmacéutico, que podrían alcanzar hasta un 200%. Irlanda destina más de la mitad de sus exportaciones de bienes al mercado estadounidense, con un gran peso del sector farmacéutico, lo que la convierte en la economía de la UE más vulnerable a esta posible medida. Otros países afectados en menor medida son Dinamarca, Bélgica, Italia, Francia y los Países Bajos.
El impacto total para la economía europea dependerá de la tasa arancelaria final que establezca Estados Unidos y de la respuesta de la Unión Europea. Se estima que el daño macroeconómico podría ser significativo pero manejable, con una posible reducción del PIB de Alemania en torno al 0,4% y de Francia en un 0,25%. Irlanda podría sufrir una caída acumulada del PIB de hasta el 3% para 2028 si se implementan aranceles farmacéuticos.
En resumen, Alemania es la economía europea más afectada por los aranceles estadounidenses debido a su dependencia del sector automotriz, mientras que Irlanda es la más vulnerable en caso de que se impongan aranceles al sector farmacéutico. Estas medidas amenazan también a otras economías europeas integradas en las cadenas de suministro industriales alemanas y a países con fuerte presencia en sectores farmacéuticos y automotrices.