El Gobierno de Colombia está avanzando con firmeza en la adquisición de la empresa petroquímica venezolana Monómeros Colombo Venezolanos, concentrando esfuerzos para asegurar esta operación estratégica bajo la supervisión y aprobación clave de Estados Unidos. La gestión incluye la tramitación de una licencia especial ante el Gobierno estadounidense, indispensable para facilitar la compra de esta compañía, que es fundamental para la soberanía alimentaria y el abastecimiento agrícola de Colombia.
Monómeros, ubicada en Barranquilla, controla cerca del 40% del mercado colombiano de fertilizantes, abasteciendo al 80% del sector agrícola del país, lo que subraya su rol esencial en la economía nacional y en la seguridad alimentaria.
El ministro colombiano de Minas y Energía, Edwin Palma, confirmó reuniones con representantes de la empresa venezolana Pequiven para avanzar en la negociación bilateral, resaltando la relevancia de Monómeros como un activo estratégico que también podría abrir nuevas vías de integración binacional, como la interconexión eléctrica, la creación de una Zona Económica Especial y cooperación energética con Venezuela.
El presidente de Colombia, Gustavo Petro, ha destacado públicamente el interés en concretar esta compra para diversificar el portafolio energético e industrial del país y garantizar fertilizantes a bajo costo para los campesinos.
No obstante, el proceso se desarrolla en un contexto complejo, pues Monómeros estuvo bajo control chavista a través de una junta directiva designada por el gobierno de Nicolás Maduro, reconocida legalmente en Colombia, lo que ha generado tensiones políticas y diplomáticas. Además, la necesidad de la autorización de la Oficina de Control de Bienes Extranjeros de Estados Unidos (OFAC) es un factor crucial que ha retrasado la adquisición.
La operación representa un capítulo significativo en las relaciones bilaterales entre Colombia, Venezuela y Estados Unidos, con Washington observando esta acción geopolítica y económica cuidadosamente.