Donald Trump ha mantenido una conversación telefónica con el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, para exigir explicaciones sobre el reciente ataque a la iglesia católica de la Sagrada Familia en Gaza. El incidente, que ha provocado la muerte de tres personas y ha herido a otras nueve, ha generado una fuerte reacción internacional.
Según informes de la Casa Blanca, Netanyahu reconoció ante Trump que el ataque fue un error. Las imágenes del lugar muestran daños significativos en la iglesia, incluyendo la destrucción parcial de la estructura y daños en la cruz que la corona. El ataque, que afectó al único templo católico en la Franja de Gaza, donde se refugiaban tanto cristianos como musulmanes, incluidos niños con discapacidad, ha sido calificado como una tragedia.
Ante la presión ejercida por el presidente Trump, Netanyahu emitió una declaración expresando su «profundo pesar» por el incidente. En el comunicado, que no lleva la firma directa de Netanyahu, Israel lamenta profundamente que una munición perdida haya alcanzado la iglesia. Se subraya que cada vida inocente perdida es una tragedia y se comparte el dolor de las familias y los fieles. El comunicado también agradece al papa León XIV por sus palabras de consuelo y reitera el compromiso de Israel de proteger a los civiles y los lugares sagrados, mientras se investiga el incidente.
Horas antes, el Ministerio de Asuntos Exteriores israelí había manifestado su «profundo pesar por los daños y cualquier víctima civil», asegurando que el país «nunca ataca iglesias ni sitios religiosos».
La reacción de Donald Trump fue contundente, según informó la secretaria de prensa de la Casa Blanca, Karoline Leavitt. Tras ser consultada sobre la reacción del presidente ante la muerte de civiles en Gaza, Leavitt respondió que «no fue una reacción positiva». Añadió que Netanyahu accedió a emitir una declaración explicando que el ataque había sido un error.
El ejército israelí explicó que fragmentos de un proyectil de tanque disparado en la zona impactaron accidentalmente la iglesia, reiterando que no tiene como objetivo los edificios religiosos. Entre los fallecidos se encontraban Najwa Abu Daoud, Saad Issa Kostandi Salameh y Foumia Issa Latif Ayyad, según el Patriarcado Latino de Jerusalén. El sacerdote de la parroquia, Gabriel Romanelli, resultó herido.
La iglesia de la Sagrada Familia servía de refugio a miembros de la comunidad católica y ortodoxa desde los primeros días del conflicto iniciado en octubre de 2023. De los más de dos millones de habitantes de la Franja de Gaza, aproximadamente 1.000 son cristianos.
El conflicto, que comenzó el 7 de octubre de 2023 tras el ataque de Hamas, ha provocado una crisis humanitaria en Gaza, desplazando a la mayoría de sus residentes y generando una grave escasez de alimentos y otros bienes esenciales. Israel sostiene que busca minimizar las bajas civiles y acusa a Hamas de utilizar a la población como escudo humano.
Este incidente se suma a la creciente tensión en la región y plantea serias interrogantes sobre la protección de civiles y lugares de culto en zonas de conflicto.