El Sindicato Único Nacional de Trabajadores de la Industria de la Construcción y Similares (Suntracs) enfrenta su mayor desafío tras el anuncio de una demanda formal para su disolución, presentada por la ministra de Trabajo y Desarrollo Laboral, Jackeline Muñoz. Basada en presuntas irregularidades, la acción contra el sindicato más influyente de Panamá ha generado intensas reacciones y un debate nacional sobre el futuro del sindicalismo y las libertades laborales en el país.
Reacciones del Sindicato y sus simpatizantes
- Suntracs: La dirigencia tilda la medida de “atentado contra la democracia sindical” y señala una campaña de persecución política. Asegura que el sindicato ha sido fundamental en la mejora de condiciones laborales a lo largo de sus más de 50 años de existencia y denuncia un desconocimiento de la materia laboral por parte de la ministra.
- Abogados del sindicato: Afirman que la solicitud gubernamental no fue notificada formalmente antes de anunciarse y que la defensa se centrará en demostrar el cumplimiento de los estatutos sindicales y el Código de Trabajo.
- Otros sindicatos: Líderes sindicales, como Marco Andrade de Conusi, acusan al gobierno de “judicializar y encarcelar” a los dirigentes y ven en la iniciativa una amenaza a la libertad sindical, calificándola como una “dictadura civil”.
Reacciones de críticos y sectores empresariales
- Sectores empresariales y críticos: Algunos celebran la posible disolución de Suntracs, considerando su actuar un modelo «tóxico» y abogando por negociaciones laborales más modernas y directas, sin el “chantaje” que le atribuyen al sindicato.
- Expertos en derecho laboral: Juristas como Candelario Santana destacan que este proceso no tiene precedentes en la magnitud de Suntracs y que si bien corresponde a un proceso judicial, se deben preservar tanto la razón de ser del sindicalismo como evitar el exceso de intervencionismo estatal, en defensa de derechos constitucionales e internacionales.
El proceso legal y su impacto
- Ruta legal: La demanda inicia en los juzgados seccionales de trabajo, que notifican al sindicato para que ejerza defensa, con posibles resoluciones rápidas si hay pruebas. Suntracs puede argumentar cumplimiento legal y aportar documentación de sus contribuciones a los trabajadores y la sociedad.
- Precedente nacional: Nunca antes se había visto una acción judicial de esta escala contra un sindicato con presencia nacional y miles de afiliados.
Opinión pública y panorama social
- Movilización social: Organizaciones sociales y ciudadanos se han manifestado en defensa del sindicato, señalando la gravedad de la medida para la democracia y derechos constitucionales en Panamá.
- Preguntas sin resolver: El caso ha levantado cuestionamientos sobre el motivo y el timing de la reapertura o cierre de cuentas bancarias del sindicato, así como sobre las razones profundas detrás del litigio y la persecución judicial a sus dirigentes.
Conclusión
La posible disolución de Suntracs representa un momento crítico para el sindicalismo panameño, polarizando a la sociedad y generando un claro debate entre la defensa de derechos laborales y el papel regulador del Estado. Lo que ocurra en las próximas semanas sentará un precedente sobre los límites y condiciones de la libertad sindical en Panamá.