El presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, ha expresado su firme rechazo a la decisión del gobierno de Estados Unidos de revocar las visas a magistrados del Tribunal Supremo Federal (STF) de Brasil. Esta medida, impuesta tras las acciones cautelares contra el exmandatario Jair Bolsonaro, ha generado una crisis diplomática y fuertes críticas por parte del mandatario brasileño.
«Mi solidaridad y apoyo a los ministros del Supremo Tribunal Federal afectados por otra medida arbitraria y completamente infundada del gobierno de Estados Unidos», declaró Lula en un comunicado oficial. El presidente brasileño enfatizó que «la interferencia de un país en el sistema de justicia de otro es inaceptable y hiere los principios básicos de respeto y soberanía entre las naciones».
Las sanciones, anunciadas por el secretario de Estado de Estados Unidos, Marco Rubio, afectan directamente al juez del STF Alexandre de Moraes, a otros jueces que lo apoyan, y a sus familiares directos. Esta acción se produjo poco después de que Bolsonaro fuera obligado a usar una tobillera electrónica y a permanecer en Brasilia, en el marco de la investigación por su presunta participación en un intento de golpe de Estado tras las elecciones de 2022.
El Tribunal Supremo Federal también ha impuesto restricciones a Bolsonaro, prohibiéndole acercarse a embajadas, interactuar con autoridades de otros países y utilizar redes sociales. Bolsonaro, quien se declara inocente, ha calificado estas medidas como una «humillación».
La decisión de Estados Unidos ha intensificado las tensiones entre Washington y Brasilia. Marco Rubio justificó la revocación de visas argumentando que el Tribunal Supremo Federal de Brasil ha creado «un complejo de persecución y censura tan amplio que no solo viola los derechos básicos de los brasileños, sino que también se extiende más allá de las fronteras de Brasil para tomar como blanco a los estadounidenses».
Rubio añadió: «Donald Trump dejó claro que su administración hará rendir cuentas a los ciudadanos extranjeros que sean responsables de la censura de expresiones protegidas en Estados Unidos. La caza de brujas política del juez del Tribunal Supremo Federal de Brasil Alexandre de Moraes contra Jair Bolsonaro creó un complejo de persecución y censura tan arrollador que no solo viola los derechos básicos de los brasileños, sino que también se extiende más allá de las costas de Brasil para apuntar a los estadounidenses».
En respuesta a las sanciones, Lula ha amenazado con medidas recíprocas. La situación se complica aún más con el anuncio de Donald Trump sobre la imposición de aranceles del 50% a las exportaciones brasileñas, medida que considera una respuesta a la “caza de brujas” contra Bolsonaro.
La controversia se centra en las acusaciones contra Bolsonaro, quien es investigado por liderar, junto con antiguos ministros y militares de alto rango, un presunto complot golpista para mantenerse en el poder tras su derrota electoral frente a Lula en 2022. En este contexto, la Policía Federal ha allanado domicilios vinculados al expresidente, incluyendo su residencia en Brasilia y la sede del Partido Liberal (PL), que lidera Bolsonaro.
La situación sigue en desarrollo y la tensión diplomática entre Brasil y Estados Unidos podría escalar si no se encuentran vías de diálogo y entendimiento.