Tailandia y Camboya se enfrentan nuevamente en una disputa fronteriza que se remonta a más de un siglo. Los recientes enfrentamientos armados, que incluyen intercambios de disparos, bombardeos y lanzamiento de cohetes, han intensificado las tensiones que se han estado acumulando durante meses. Las autoridades tailandesas informan de al menos once civiles muertos y catorce heridos en tres provincias, lo que ha provocado ataques aéreos de respuesta por parte de Tailandia. Este es el segundo enfrentamiento armado desde mayo, cuando un soldado camboyano fue abatido a tiros, marcando una escalada significativa poco después de que ambos países redujeran sus relaciones diplomáticas tras la explosión de una mina terrestre que hirió a soldados tailandeses.
Los enfrentamientos actuales se extienden por al menos seis áreas a lo largo de la frontera, según el Ministerio de Defensa tailandés. El incidente más reciente ocurrió cerca del antiguo templo de Ta Muen Thom, en la frontera entre la provincia tailandesa de Surin y la provincia camboyana de Oddar Meanchey. La disputa tiene sus raíces en mayo, cuando las fuerzas armadas de ambos países intercambiaron disparos en una zona fronteriza disputada que ambos reclaman como propia, cada uno alegando defensa propia. Aunque inicialmente ambos países acordaron reducir la tensión, las acciones y amenazas posteriores mantuvieron las tensiones elevadas. Tailandia ha impuesto restricciones fronterizas estrictas, permitiendo solo cruces esenciales, mientras que Camboya ha prohibido películas y programas de televisión tailandeses, ha detenido la importación de combustible y productos agrícolas tailandeses, y ha boicoteado enlaces internacionales de Internet y el suministro eléctrico de su vecino.
La situación se ha visto agravada por las pasiones nacionalistas en ambos lados. La primera ministra tailandesa, Paetongtarn Shinawatra, fue suspendida de su cargo el 1 de julio para ser investigada por posibles violaciones éticas en su manejo de la disputa fronteriza, tras la filtración de una llamada telefónica con un alto dirigente camboyano. En la llamada, Paetongtarn se refirió al ex primer ministro camboyano Hun Sen como «tío» y criticó a los líderes militares tailandeses, lo que generó acusaciones de falta de respeto a la soberanía nacional. La filtración provocó indignación y protestas generalizadas, y debilitó la coalición de Paetongtarn cuando el Partido Bhumjaithai retiró su apoyo. Aunque Paetongtarn se disculpó, el ex ministro de Defensa Phumtham Wechayachai fue nombrado primer ministro en funciones.
Las disputas fronterizas son un problema de larga data entre Tailandia y Camboya, que comparten más de 800 kilómetros de frontera terrestre. Las disputas se remontan a un mapa de 1907 elaborado bajo el dominio colonial francés, utilizado para separar Camboya de Tailandia. Camboya utiliza este mapa como referencia para reclamar territorio, mientras que Tailandia argumenta que el mapa es inexacto. Los conflictos más notables se han centrado en el templo de Preah Vihear, de 1000 años de antigüedad. En 1962, la Corte Internacional de Justicia otorgó la soberanía sobre la zona del templo a Camboya, una decisión que sigue siendo motivo de tensión en las relaciones bilaterales. Camboya volvió a recurrir a la corte en 2011, tras enfrentamientos que causaron la muerte de unas 20 personas y el desplazamiento de miles, y la corte reafirmó el fallo a favor de Camboya en 2013. Aunque Camboya ha buscado la resolución de las disputas fronterizas a través de la corte internacional, Tailandia ha rechazado su jurisdicción.
Esta persistente disputa fronteriza entre Tailandia y Camboya continúa siendo una fuente de inestabilidad regional, con implicaciones políticas y económicas significativas para ambos países y la región del sudeste asiático. La resolución pacífica de estas tensiones requerirá un diálogo constructivo y un compromiso con el derecho internacional para evitar futuras escaladas y promover la cooperación transfronteriza.