Lewis Hamilton, a sus 40 años, sigue siendo una fuerza dominante en la Fórmula 1, y su secreto reside en una rutina de entrenamiento integral que desafía el paso del tiempo y las exigencias extremas de este deporte. Su preparación física, meticulosamente diseñada, abarca desde el fortalecimiento muscular hasta la agilidad mental, permitiéndole soportar las intensas fuerzas G, el calor sofocante y la necesidad de reflejos ultrarrápidos que caracterizan cada carrera.
El entrenamiento de Hamilton se estructura en torno a cinco pilares fundamentales: fuerza, cardio, movilidad, recuperación y trabajo mental. En el gimnasio, prioriza ejercicios funcionales y multiarticulares que fortalecen el core, el cuello, las piernas y la espalda, áreas cruciales para soportar las fuerzas G que experimenta en cada curva y frenada. Sentadillas, press de piernas, dominadas y planchas son solo algunos de los ejercicios que le permiten mantener un físico de élite.
Pero la fuerza no lo es todo. Hamilton complementa su entrenamiento con sesiones de cardio que incluyen carrera, sprints, ciclismo y boxeo. Estas actividades mejoran su resistencia cardiovascular, su agilidad y su capacidad de reacción, preparándolo para las largas y exigentes carreras. El pilates también juega un papel importante, mejorando su flexibilidad, control postural y fortaleciendo aún más su core.
El cuello, un amortiguador vital para los pilotos, recibe una atención especial en la rutina de Hamilton. Ejercicios específicos con bandas, mancuernas y trineos fortalecen y estabilizan esta zona, protegiéndolo de las lesiones y permitiéndole mantener la concentración en las curvas más cerradas. Además, entrena sus reflejos con dispositivos luminosos y pelotas, mejorando su velocidad de reacción en situaciones críticas.
La recuperación es tan importante como el entrenamiento en sí. Hamilton recurre a masajes, baños de hielo, sauna y ejercicios de respiración para reducir la tensión muscular y optimizar la recuperación tras los entrenamientos y las carreras. La movilidad también es clave, con estiramientos dinámicos, rutinas de movilidad articular y el uso de foam rollers para mantener su cuerpo flexible y ágil.
La nutrición juega un papel fundamental en el rendimiento de Hamilton. Sigue una dieta controlada en calorías, rica en proteínas vegetales, frutas, verduras y grasas saludables. Una hidratación rigurosa es esencial, especialmente en los días de competencia y alta temperatura. Además, cuida el sueño, respetando horarios y rutinas que favorecen la recuperación física y cognitiva.
Con 19 temporadas en la Fórmula 1, Lewis Hamilton personifica la longevidad y la excelencia en el deporte. Su dedicación a un entrenamiento integral, su disciplina en la nutrición y su enfoque en la recuperación le han permitido mantenerse en la cima del automovilismo, inspirando a atletas y aficionados en todo el mundo. Su historia es un testimonio del poder de la constancia, la disciplina y una visión holística del alto rendimiento.