Suiza es el país de Europa al que el presidente Donald Trump impuso los mayores aranceles, con un gravamen del 39% sobre sus exportaciones a Estados Unidos, el más alto del continente europeo y uno de los más altos a nivel global. Esta medida ha causado confusión y enfado en Suiza, un país conocido por su neutralidad y estabilidad económica. Para Suiza, este arancel es un golpe fuerte, peor que el peor escenario imaginable, afectando especialmente a sectores como los distribuidores de relojes Rolex y las empresas farmacéuticas suizas.
El Gobierno suizo lamentó este anuncio y tomó nota, mientras intentaba compensar la situación reduciendo a cero sus propios aranceles sobre productos industriales estadounidenses. Este aumento arancelario se enmarca en un plan más amplio de Trump que grava las exportaciones de unos 200 países hacia Estados Unidos con tasas que varían entre el 10% y más del 40%, dependiendo de la relación comercial y acuerdos alcanzados con EE.UU. Además de Suiza, otros países como Canadá sufren aumentos elevados, con un arancel de hasta el 35%.
En resumen, el arancel del 39% impuesto por Trump a Suiza es el más alto de Europa y ha provocado gran consternación en el país, impactando importantes sectores económicos y generando una respuesta oficial de protesta y ajustes comerciales por parte del gobierno suizo