La autorización del Tribunal Electoral es el primer paso crucial en este proceso. Según las normativas, el grupo promotor deberá recolectar un número de firmas equivalente al 30% de los votos válidos de la última elección municipal en el distrito de Arraiján. Para ello, cuentan con un plazo de 180 días, durante los cuales tendrán que organizar una campaña de recolección en los distintos corregimientos. Si logran cumplir la meta, el Tribunal Electoral deberá convocar a un referéndum popular donde los ciudadanos decidirán si el vicealcalde continúa o no en su cargo.
Motivos de la Solicitud y la Postura del Vicealcalde
La solicitud de revocatoria, presentada por un movimiento cívico autodenominado «Frente por la Dignidad de Arraiján,» se fundamenta en múltiples quejas. Los promotores acusan al vicealcalde de haber desatendido las problemáticas del distrito, especialmente en temas de infraestructura vial, manejo de residuos y seguridad ciudadana. Además, señalan una presunta opacidad en el uso de los fondos públicos. Por su parte, el vicealcalde ha reaccionado a la noticia calificando la iniciativa como una «estrategia política orquestada por adversarios» con miras a las próximas elecciones. Ha negado todas las acusaciones y ha asegurado que su gestión ha estado enfocada en el desarrollo del distrito, invitando a la ciudadanía a evaluar su trabajo con objetividad.
Análisis Político y Contexto Local
Este proceso de revocatoria no solo refleja el descontento ciudadano, sino que también pone de manifiesto las tensiones políticas internas en el gobierno local. Analistas políticos locales sugieren que la iniciativa podría estar impulsada por una facción opuesta dentro de la misma coalición de gobierno o por fuerzas políticas rivales que buscan debilitar a la administración actual. La recolección de firmas será un termómetro para medir el nivel real de insatisfacción de la población de Arraiján y podría marcar un precedente para futuros procesos de revocatoria en otros municipios del país.