Un general retirado del ejército venezolano ha revelado un presunto acuerdo entre el régimen de Nicolás Maduro y grupos guerrilleros colombianos para el tráfico de cocaína. Según el general de Brigada Néstor González González, esta colaboración ilícita se remonta a la época de Hugo Chávez y continúa en la actualidad bajo el mandato de Maduro.
En un comunicado dirigido a sus compañeros de armas, González González afirmó haber sido testigo directo de la participación de la guerrilla colombiana en la siembra, custodia y traslado de cocaína dentro y fuera de Venezuela mientras era Comandante del Teatro de Operaciones No 2 en el estado Táchira. El general retirado denunció públicamente esta situación ante Hugo Chávez en el año 2000 y nuevamente en 2002.
Las declaraciones del general González surgen a raíz de la reciente destrucción de una embarcación en el Caribe, que según Estados Unidos provenía de Venezuela y transportaba un cargamento de droga. El incidente ha generado controversia, con críticas sobre la muerte de once personas a bordo de la embarcación. El general González lamentó estas muertes, responsabilizando al régimen de Chávez y Maduro por «intoxicar y envenenar» a los ciudadanos venezolanos con el negocio del narcotráfico.
El general González destacó que la guerrilla colombiana, incluyendo el Ejército de Liberación Nacional (ELN), las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) y sus disidencias, se ha fortalecido en territorio venezolano. Según el general, el régimen venezolano paga a estos grupos con armas y tecnología a cambio de su participación en el tráfico de cocaína. La guerrilla traslada la droga a laboratorios en suelo venezolano, donde es procesada antes de ser enviada a través de diferentes rutas terrestres, marítimas, aéreas o fluviales. Los beneficios obtenidos de este negocio ilícito se utilizan para enriquecer al régimen a través del lavado de dinero, la compra de inmuebles y otros negocios en todo el mundo, según el general.
González González acusó a los regímenes de Chávez y Maduro de ser «narcoterroristas», convirtiendo a Venezuela en una «corporación criminal» durante los últimos 25 años. El general retirado, quien se insubordinó contra Chávez en 2002, criticó al entonces presidente por negociar con la guerrilla para alcanzar sus objetivos comunistas, a pesar del sufrimiento del pueblo venezolano.
El general González denunció la presencia de la guerrilla en territorio venezolano y la destrucción de siembras de coca, marihuana y amapola en la Sierra de Perijá, así como el combate contra campamentos guerrilleros colombianos en la frontera.
Según el general, Venezuela está sufriendo un proceso de «empobrecimiento económico, descomposición social y abuso de derechos humanos» mientras el régimen utiliza las instituciones para el negocio ilegal de la droga. González González acusó a Maduro y sus cómplices de dirigir una empresa particular llamada «Venezuela», asociada con carteles mexicanos y colombianos, con apoyo cubano, bajo la marca nacional «Cartel de los Soles».
El general González considera que Venezuela ha sido destruida y traicionada por los intereses personales e ideológicos de quienes han liderado la revolución, financiando grupos terroristas a nivel internacional con las ganancias del narcotráfico. Según el general, los narcóticos son transportados y distribuidos en países de todo el mundo, especialmente en Estados Unidos, con el objetivo de «intoxicar, envenenar, matar gente, inundando e induciendo a la población, especialmente jóvenes, al consumo».
González considera que la lucha de Estados Unidos en el Caribe no es contra Venezuela, sino contra la «organización delictiva» de Maduro, a quien acusa de ser un «régimen narcoterrorista, dictador y cargado de crímenes de lesa humanidad». El general retirado expresó su apoyo al presidente Donald Trump y a otros líderes internacionales que luchan contra el narcotráfico en Venezuela, con la esperanza de que el país recupere su libertad y democracia bajo el liderazgo del presidente electo Edmundo González Urrutia y la vicepresidenta María Corina Machado.