Jerusalén se encuentra en estado de alerta tras un ataque terrorista que dejó al menos seis muertos y varios heridos en una parada de autobús. El incidente, calificado por las autoridades israelíes como un «claro acto de terrorismo», ha conmocionado a la comunidad internacional y reavivado las tensiones en la región.
Según informes policiales, dos atacantes palestinos llegaron al lugar en un vehículo y abrieron fuego contra civiles que esperaban en la parada de autobús, ubicada en una intersección cercana a asentamientos israelíes en Jerusalén Este. El portavoz de la policía israelí, Dean Elsdunne, condenó enérgicamente el ataque, subrayando que los terroristas tenían como objetivo a civiles inocentes.
Los atacantes fueron abatidos por un soldado y dos civiles armados que se encontraban en la zona, impidiendo que causaran aún más daño. Equipos de emergencia llegaron rápidamente al lugar para atender a las víctimas y trasladar a los heridos a hospitales cercanos.
Imágenes del ataque, que circulan en redes sociales, muestran escenas de pánico y caos, con personas corriendo para ponerse a salvo mientras se escuchaban los disparos. Testigos presenciales describen el horror vivido en el lugar. Marca Cohen, residente de un asentamiento cercano, relató cómo quedó atrapada en un autobús durante el ataque, escuchando los disparos antes de poder escapar.
Entre los fallecidos se encuentra un ciudadano español de 25 años, según confirmaron fuentes oficiales. Los paramédicos atendieron a 13 heridos y a otras diez personas que sufrieron crisis de ansiedad tras el ataque.
El Primer Ministro israelí, Benjamín Netanyahu, y el Ministro de Seguridad Nacional, Itamar Ben Gvir, se desplazaron al lugar del atentado para condenar lo sucedido. Las autoridades han prometido investigar a fondo el ataque y llevar a los responsables ante la justicia.
Este ataque se produce en un contexto de creciente tensión en la región. Los ataques de palestinos contra israelíes en Cisjordania ocupada y Jerusalén Este son relativamente frecuentes, aunque rara vez alcanzan la magnitud del incidente de hoy. La comunidad internacional ha condenado el ataque y ha llamado a la calma y a la búsqueda de una solución pacífica al conflicto.
El ataque terrorista en Jerusalén subraya la urgencia de abordar las causas profundas del conflicto y de trabajar por una paz justa y duradera en la región. La violencia solo genera más violencia y sufrimiento, y es fundamental que ambas partes se comprometan a encontrar una salida negociada que garantice la seguridad y el bienestar de todos.