Panamá da un paso trascendental en el fortalecimiento de su soberanía sanitaria con la inauguración del Centro Regional de Innovación en Vacunas y Biofármacos (CRIVB AIP). El ministro de la Presidencia, Juan Carlos Orillac, en representación del presidente José Raúl Mulino, lideró la ceremonia de apertura de la sede ubicada en Ciudad del Saber, Clayton.
Este centro, considerado una plataforma de vanguardia, busca impulsar la investigación, el desarrollo y la producción de vacunas y biofármacos esenciales para la salud pública panameña. Su creación responde a la necesidad de reducir la dependencia de vacunas importadas y fomentar la transferencia de conocimientos para la producción local de anticuerpos monoclonales y sueros antivenenos, inicialmente contra la picadura de escorpión.
Durante el evento, se formalizó un convenio de colaboración entre el CRIVB AIP y el Instituto de Tecnología Inmunobiológica (Biomanguinhos/Fiocruz) de Brasil, una entidad gubernamental líder en el desarrollo y producción de vacunas. Este acuerdo, firmado por Paulina Franceshi, directora interina del CRIVB AIP, y Mario Santos Moreira, presidente de Biomanguinhos/Fiocruz, promete un intercambio valioso de conocimientos y tecnologías.
El ministro Orillac enfatizó la importancia de este centro para la posición de Panamá en el escenario mundial, destacando su potencial para proporcionar respuestas rápidas ante patógenos y organismos emergentes que representen una amenaza para la salud pública. Además, resaltó la oportunidad que representa para la diversificación de actividades tecnológicas innovadoras en el país.
Eduardo Ortega Barría, secretario nacional de Senacyt, subrayó el compromiso del gobierno panameño con la protección de la salud pública a través de la investigación y el desarrollo acelerado de vacunas candidatas, desde la fase de laboratorio hasta la clínica, con un enfoque especial en enfermedades emergentes, reemergentes y de alta relevancia sanitaria.
Paulina Franceshi, directora interina del CRIVB AIP, hizo hincapié en que el establecimiento de capacidades propias de investigación, desarrollo y producción de vacunas y biofármacos es un paso fundamental hacia la verdadera soberanía y seguridad sanitaria del país.
La primera fase del CRIVB AIP, que abarcó el diseño, la construcción y el equipamiento, requirió una inversión de 10 millones de balboas. La segunda fase, que implica un plan piloto para el desarrollo de vacunas específicas, demandará una inversión estimada en 50 millones de balboas.
El CRIVB AIP cuenta con el respaldo de importantes entidades aliadas, como la Ciudad del Saber, Indicasat AIP, el Instituto Conmemorativo Gorgas de Estudios de la Salud, la Universidad de Panamá, el Baylor College of Medicine, el Centro para el Desarrollo de Vacunas del Texas Children’s Hospital en Houston, y la Embajada de la República de Corea del Sur. Este centro representa un hito en el camino hacia la autosuficiencia en la producción de vacunas y biofármacos en Panamá, impulsando la investigación científica y la innovación tecnológica en beneficio de la salud pública.