En un contexto de crecientes tensiones con Estados Unidos, el régimen de Nicolás Maduro ha ordenado a la Fuerza Armada Nacional Bolivariana (FANB) desplegarse en comunidades de Venezuela para instruir a la población civil en el manejo de armas. La medida, anunciada por el propio Maduro, se produce tras las dificultades del régimen para movilizar a sus milicianos y en respuesta a la presencia de buques de guerra estadounidenses en el mar Caribe.
Según Maduro, este programa busca preparar a los voluntarios inscritos en la Milicia Bolivariana, un cuerpo compuesto por civiles que apoyan a las fuerzas regulares. El mandatario venezolano reiteró su acusación de que Estados Unidos está impulsando un plan para derrocarlo, con el objetivo de apoderarse de los recursos naturales del país, incluyendo el petróleo, el gas y el oro.
“El próximo sábado 20 de septiembre, los cuarteles, la Fuerza Armada Bolivariana, va al pueblo, va a las comunidades a emplazarlas, a revisar, a enseñar a todos los que se alistaron, vecinos y vecinas, en lo que es el manejo del sistema de armas”, declaró Maduro durante un evento transmitido por la televisión estatal. Subrayó que esta será la primera vez que los cuarteles, con sus armas y soldados, se despliegan directamente en barrios y comunidades.
Esta iniciativa se suma a las jornadas de entrenamiento anunciadas por el ministro de Defensa, Vladimir Padrino López, en las que milicianos y militares participarán “todos los sábados”. El objetivo, según el alto mando, es preparar a la población ante supuestos intentos de Washington de forzar un cambio político en Venezuela.
Paralelamente, la FANB está llevando a cabo ejercicios militares de tres días en la isla de La Orchila, ubicada a unos 65 kilómetros de la costa venezolana. Este operativo incluye maniobras aéreas, marítimas y terrestres con la participación de más de 2.500 efectivos.
La tensión entre Venezuela y Estados Unidos se ha intensificado notablemente en las últimas semanas, después de que Washington enviara ocho barcos militares equipados con misiles, un submarino de propulsión nuclear y diez aviones de combate F-35 a una base en Puerto Rico. El gobierno estadounidense justifica este despliegue como parte de una operación para combatir el narcotráfico en la región.
A pesar de que el presidente Donald Trump negó haber discutido un plan para un “cambio de régimen” en Venezuela, su administración acusa a Maduro de liderar el denominado Cartel de los Soles, una organización narcocriminal identificada por la justicia estadounidense. Además, Estados Unidos ha eliminado varias embarcaciones que supuestamente transportaban drogas en el Caribe y mantiene una recompensa de 50 millones de dólares por la captura de Maduro.
Maduro insiste en que las acciones de defensa son preventivas. “Nosotros no nos metemos con nadie pero nos preparamos por si acasito se necesitara”, afirmó.
La situación en Venezuela sigue siendo tensa, con un gobierno que se siente amenazado por la intervención extranjera y una población que enfrenta una grave crisis económica y social.