El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ha desencadenado una crisis internacional tras ordenar el bombardeo de tres instalaciones nucleares en Irán, una decisión que ha elevado la tensión en Oriente Próximo y ha sacudido el tablero geopolítico mundial. La operación, ejecutada la noche del sábado con bombarderos B-2 y misiles lanzados desde submarinos, ha puesto en jaque la estabilidad regional y ha abierto la puerta a represalias imprevisibles por parte de Teherán.
Un giro inesperado en la política exterior de Trump
Trump, que durante su campaña y los primeros meses de su mandato prometió evitar nuevas guerras, ha roto su palabra apenas cinco meses después de asumir el cargo. El ataque, dirigido a las plantas nucleares de Fordow, Natanz e Isfahán, fue anunciado por el propio presidente a través de su red social Truth, donde proclamó un «éxito militar total» y lanzó un mensaje ambiguo: un llamado a la paz acompañado de amenazas de futuros ataques si Irán no cede.
Reacciones inmediatas y riesgo de escalada
La respuesta iraní no se hizo esperar. Teherán lanzó dos oleadas de misiles hacia Israel y advirtió que Estados Unidos se ha convertido en objetivo directo de sus fuerzas armadas. El Parlamento iraní ha solicitado el cierre del estratégico estrecho de Ormuz, por donde transita el 25% del petróleo mundial, una medida que podría desencadenar una crisis energética global y un nuevo brote inflacionario.
En Israel, las alertas antiaéreas se activaron en todo el país ante la amenaza de misiles iraníes, mientras el ejército estadounidense reforzó su presencia en la región. El secretario de Estado, Marco Rubio, pidió a China que medie para evitar el cierre de Ormuz, subrayando la gravedad de la situación para el comercio global de hidrocarburos.
Consecuencias globales y económicas
El bombardeo ha disparado los precios del petróleo y el gas natural, generando preocupación en los mercados internacionales. Analistas advierten que el cierre de Ormuz sería equivalente a «arrojar una bomba atómica sobre el mercado petrolero», dada la importancia de esta arteria para el suministro mundial de crudo.
Además, la acción militar estadounidense ha sido condenada por Moscú y Pekín, mientras que la Unión Europea ha pedido contención y se ha mostrado dispuesta a contribuir a una negociación que evite una escalada mayor.
Escenarios futuros: ¿hacia una guerra global?
Expertos señalan que la esperanza de la Casa Blanca de forzar una rendición iraní es poco realista. Lo más probable es que Irán busque represalias, tanto convencionales como asimétricas, contra intereses estadounidenses y aliados en la región. Existe también el riesgo de que Teherán abandone el Tratado de No Proliferación Nuclear y acelere su programa atómico, incentivando la proliferación nuclear en otros países.
La legalidad de la acción de Trump ha sido cuestionada, ya que no contó con autorización del Congreso estadounidense, lo que sienta un peligroso precedente de uso unilateral de la fuerza militar por parte de la principal potencia mundial.
Conclusión
El bombardeo ordenado por Trump contra Irán representa un punto de inflexión en la política internacional, con consecuencias que podrían desbordar la región y afectar a la economía global. La comunidad internacional observa con preocupación, mientras el mundo se desliza hacia un escenario de guerra abierta y proliferación nuclear, en un momento histórico de máxima incertidumbre.