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En un incidente devastador, la ONU ha denunciado la muerte de decenas de palestinos que buscaban desesperadamente ayuda humanitaria en el norte de la Franja de Gaza. El Programa Mundial de Alimentos (PMA) de la ONU confirmó que un convoy de camiones que transportaba alimentos fue atacado, resultando en la muerte de civiles hambrientos. Este suceso ha provocado una fuerte condena internacional y ha resaltado la precaria situación humanitaria en la región.
Según informes de la Defensa Civil gazatí, al menos 93 personas murieron por “disparos de la ocupación” israelí mientras esperaban la llegada de la ayuda. El incidente más grave ocurrió en la zona de Zikim, al noroeste de la Ciudad de Gaza, donde se reportaron 80 fallecidos. Aunque Israel considera que estas cifras son exageradas, el PMA ha confirmado que sus convoyes fueron atacados por tanques y francotiradores israelíes.
El PMA emitió un comunicado sin precedentes condenando enérgicamente la violencia, destacando que las víctimas simplemente intentaban acceder a alimentos para sus familias al borde de la inanición. A pesar de las garantías israelíes de mejorar las condiciones para las operaciones humanitarias, el incidente subraya la extrema vulnerabilidad de la población civil en Gaza.
Testimonios de testigos presenciales describen escenas de caos y desesperación. Qassem Abou Khater, un palestino de 36 años desplazado por los combates, relató cómo los tanques dispararon al azar contra la multitud y los francotiradores abrieron fuego como si estuvieran cazando animales. Abou Khater lamentó la terrible elección que enfrentan las familias: salvar a un herido o conseguir un saco de harina para alimentar a sus hijos.
El ejército israelí, en respuesta a las acusaciones, afirmó haber realizado “disparos de alerta para evitar una amenaza inmediata” frente a una congregación de miles de personas. Sin embargo, no proporcionaron cifras sobre las víctimas causadas por sus disparos. La Defensa Civil también informó de otras 23 muertes en bombardeos separados en el territorio palestino durante el mismo día.
La crisis humanitaria en Gaza se ha agravado tras más de 21 meses de conflicto. Los cerca de dos millones de palestinos que residen en la Franja están al borde de la inanición. La Defensa Civil ha reportado un aumento en las muertes de bebés debido al hambre y la desnutrición severa, con al menos tres niños fallecidos en la última semana. Ziad Mousleh, un padre de familia de 45 años, describió la desesperación de los niños que se duermen hambrientos.
El PMA estima que unas 90.000 mujeres y niños necesitan tratamiento urgente por desnutrición en Gaza, y que una de cada tres personas no ha comido en días. La situación se ve aún más complicada por las restricciones al acceso de ayuda humanitaria. Durante casi tres meses, Israel bloqueó totalmente el acceso de bienes esenciales a Gaza, incluyendo alimentos, medicinas y combustible.
Además, el ejército israelí ha ordenado nuevos desplazamientos forzosos a residentes y refugiados en la zona de Deir el-Balah, debido a inminentes operaciones militares. Según la Oficina de las Naciones Unidas para la Coordinación de Asuntos Humanitarios (OCHA), el 87,8% de Gaza se encuentra actualmente bajo órdenes de desplazamiento o dentro de zonas militarizadas israelíes, dejando a 2,1 millones de civiles hacinados en un fragmentado 12% de la Franja, donde los servicios esenciales han colapsado.
La comunidad internacional observa con creciente alarma la situación en Gaza y exige un acceso humanitario seguro y sin obstáculos para aliviar el sufrimiento de la población civil.
