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Donald Trump ha endurecido su postura con respecto al conflicto entre Rusia y Ucrania, estableciendo un nuevo plazo para que Vladimir Putin cese las hostilidades. El expresidente estadounidense, conocido por su enfoque directo en la diplomacia, ha dado a Putin entre 10 y 12 días para alcanzar un acuerdo de alto el fuego, lo que significa que el plazo límite se sitúa entre el 7 y el 9 de agosto. Esta acción representa un intento de acelerar las negociaciones de paz y poner fin a una guerra que ya lleva tres años en curso.
Trump había fijado previamente un plazo de 50 días, pero, ante la persistencia de los bombardeos rusos en ciudades ucranianas, ha decidido acortarlo drásticamente. Según informes, Rusia lanzó más de 300 drones, cuatro misiles de crucero y tres misiles balísticos en un solo día, lo que subraya la urgencia de la situación. La nueva fecha límite viene acompañada de la amenaza de «aranceles severos» a Rusia, así como posibles sanciones secundarias dirigidas a los socios comerciales del país.
«No hay razón para esperar», declaró Trump durante una visita a Escocia, mostrando su frustración por la falta de avances. «Simplemente no vemos que se esté avanzando. Putin tiene que llegar a un acuerdo. Están muriendo demasiadas personas». A pesar de expresar su decepción con Putin por continuar los ataques contra civiles, Trump también manifestó cierta reticencia a imponer sanciones que afecten al pueblo ruso, aunque reconoció el alto número de bajas rusas y ucranianas en el conflicto.
La respuesta de Ucrania a este ultimátum ha sido positiva. Andrii Yermak, jefe de la oficina presidencial ucraniana, agradeció a Trump por acortar el plazo, afirmando que «Putin solo entiende la fuerza, y eso se le ha transmitido de forma clara y rotunda». Yermak añadió que el presidente ucraniano, Volodimir Zelensky, comparte esta opinión.
Mientras tanto, los ataques rusos continúan causando estragos en Ucrania. Un dron ruso destrozó las ventanas de un edificio residencial en Kiev, hiriendo a ocho personas, incluyendo una niña de 4 años. También se reportó un incendio en Kropyvnytskyi, aunque sin víctimas. El principal objetivo de los ataques rusos fue Starokostiantyniv, en la región de Khmelnytskyi, donde se cree que el ejército ucraniano tiene importantes aeródromos y depósitos.
El Ministerio de Defensa ruso afirmó que sus fuerzas llevaron a cabo un ataque nocturno con armas de largo alcance, alcanzando una base aérea ucraniana y un depósito de municiones. Estas acciones demuestran la intensificación del conflicto y la necesidad urgente de una solución diplomática.
Este ultimátum de Trump se produce en un contexto de crecientes tensiones geopolíticas. Recientemente, el aeropuerto Sheremétievo de Moscú sufrió un ciberataque que afectó a decenas de vuelos, lo que el Kremlin calificó de alarmante. Además, el aumento de las deportaciones desde Irán está generando una crisis humanitaria en Afganistán, y Taiwán ha reforzado su defensa ante las amenazas de China.
En medio de estas tensiones globales, Trump también se reunió con Keir Starmer en su club de golf en Escocia, donde discutieron la crisis humanitaria en Gaza y posibles exenciones comerciales para el acero y el aluminio. La diplomacia de Trump sigue siendo un factor clave en la búsqueda de soluciones a los conflictos internacionales.
