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China ha sorprendido al mundo con la aparición de imágenes y videos que sugieren la existencia de una nueva y misteriosa aeronave de combate. Aunque la autenticidad de estas grabaciones no ha sido confirmada por fuentes oficiales, su difusión en redes sociales ha generado un intenso debate entre expertos y entusiastas de la aviación militar. Este desarrollo podría representar un avance significativo en la capacidad bélica de China y un desafío para la supremacía aérea de otras potencias.
Las imágenes filtradas revelan un diseño vanguardista, catalogado por algunos como un modelo en fase de desarrollo. El avión presenta una nariz puntiaguda que se integra con alas en delta de gran envergadura. Esta configuración, junto con la aparente ausencia de estabilizadores verticales y la presencia de dos tomas de aire para los motores, sugiere una alta capacidad de baja observabilidad, también conocida como tecnología furtiva. El tren de aterrizaje de tipo triciclo, con una rueda delantera y dos en el fuselaje, indica un peso similar al de aeronaves convencionales o de portaaviones, lo que proporciona pistas sobre sus posibles misiones.
La ausencia de una cabina de pilotaje visible en las imágenes ha llevado a la especulación de que se trata de un vehículo aéreo no tripulado (UAV) o dron avanzado. China ha estado invirtiendo fuertemente en el desarrollo de drones «compañeros leales», capaces de operar con o sin piloto humano, con alta autonomía y capacidad furtiva. Ejemplos de estos programas incluyen el GJ-11 «Sharp Sword» y los modelos FH-97/FH-97A. Estos desarrollos chinos reflejan una tendencia global, con proyectos similares en Occidente como los programas «Valkyrie» y «Ghost Bat» de Estados Unidos.
Expertos en defensa sugieren que esta nueva aeronave podría formar parte de la iniciativa china de Aviones de Combate Colaborativos (CCA), similar al programa estadounidense. Otros lo ven como un competidor directo del caza furtivo Shenyang J-XDS (J-50) o una variante del Chengdu (J-36), en respuesta a modelos de EE. UU. como el F-22 o el F-15EX. También se considera la posibilidad de un diseño optimizado para operaciones en portaaviones, dada la creciente importancia de la flota naval china. Las similitudes en la forma del fuselaje y las tomas de aire con el J-36 refuerzan esta hipótesis.
Estas filtraciones confirman el progreso de China en el desarrollo de aeronaves furtivas y sin cola, sugiriendo una inversión en flotas de drones con inteligencia artificial colaborativa o aeronaves tripuladas que controlen enjambres de drones en combate, como el J-20S biplaza o el KJ-500. La comunidad internacional anticipa que China podría presentar oficialmente algunas de estas nuevas plataformas en un desfile militar, posiblemente durante el desfile del 3 de septiembre de 2025. Sin embargo, hasta que haya una confirmación oficial, el mundo permanecerá atento a cualquier nueva información sobre esta enigmática aeronave.
