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En un contexto de creciente tensión geopolítica, el presidente de Ucrania, Volodímir Zelensky, ha alertado sobre posibles nuevas ofensivas rusas. Esta advertencia llega en vísperas de la cumbre entre el presidente estadounidense, Donald Trump, y el mandatario ruso, Vladímir Putin, programada para celebrarse en Alaska.
Zelensky, a través de un mensaje en su cuenta de X, señaló que las fuerzas rusas están llevando a cabo maniobras que sugieren “preparativos para nuevas operaciones ofensivas”. Estas declaraciones se producen en un momento crítico, marcado por la intensa agenda diplomática destinada a encontrar una solución al conflicto que se inició en febrero de 2022, tras la invasión rusa.
“Vemos que el ejército ruso no se prepara para poner fin a la guerra. Al contrario, está realizando movimientos que indican preparativos para nuevas operaciones ofensivas. En tales circunstancias, es importante que la unidad del mundo no se vea amenazada”, expresó el presidente ucraniano, subrayando la necesidad de mantener la cohesión internacional frente a las acciones de Rusia.
Zelensky también respaldó los esfuerzos de Trump para mediar en el conflicto, pero enfatizó que cualquier acuerdo debe evitar que “Rusia vuelva a engañar al mundo”. Además, insistió en que las decisiones en materia de seguridad deben fortalecer las capacidades de defensa de Ucrania y sus aliados, y mantener la presión a través de sanciones y la diplomacia hasta que finalice la ocupación.
La Unión Europea adopta una postura común
En un esfuerzo por coordinar una respuesta unificada, veintiséis países de la Unión Europea (UE) aprobaron una declaración conjunta que establece que cualquier negociación sobre la guerra debe estar precedida por un alto el fuego o una reducción significativa de las hostilidades por parte de Rusia. Hungría fue el único país que no se sumó al consenso.
La declaración de la UE subraya que “el pueblo ucraniano debe tener libertad para decidir su futuro” y que “el camino hacia la paz en Ucrania no puede decidirse sin Ucrania”. El documento también recalca que cualquier acuerdo debe respetar el derecho internacional y reconocer “la independencia, la soberanía y la integridad territorial de Ucrania”.
El bloque europeo expresó su apoyo a los intentos de Trump por alcanzar una paz justa y duradera, pero dejó claro que cualquier resultado debe garantizar la estabilidad tanto de Ucrania como de Europa. La postura de Hungría, liderada por el primer ministro Viktor Orbán, refleja sus reservas sobre las sanciones y su estrecha relación con el Kremlin.
La cumbre Trump-Putin en Alaska: una oportunidad para la paz
El encuentro en Alaska se presenta como una oportunidad “exploratoria” para avanzar hacia una solución pacífica. Sin embargo, las declaraciones de Trump sobre posibles “cambios en los límites territoriales” han generado controversia y rechazo en Kiev.
Trump ha insinuado la posibilidad de “intercambios” y “cambios en el territorio”, mostrando su frustración ante la negativa de Zelensky a ceder áreas ocupadas por la fuerza. Para el líder ucraniano, aceptar una modificación territorial bajo presión sentaría un precedente peligroso y violaría el derecho internacional.
Zelensky ha reiterado que no aceptará la entrega de territorios ilegalmente arrebatados por Rusia y que cualquier acuerdo de paz debe implicar la retirada total de las fuerzas de ocupación. Antes de su encuentro con Putin, Trump participará en una reunión virtual organizada por Alemania, con la presencia de líderes europeos, representantes de la OTAN y el propio Zelensky, con el objetivo de coordinar posturas y mantener la cohesión entre los aliados.
En resumen, la situación sigue siendo tensa y la cumbre Trump-Putin en Alaska se presenta como un momento crucial para el futuro de Ucrania y la estabilidad de Europa.
