El Ministerio de Economía y Finanzas (MEF) de Panamá ha emitido una aclaración crucial para todas las entidades públicas y sus proveedores. En medio de rumores, la entidad ha confirmado que el cierre fiscal del año 2025 se mantendrá, como es habitual, hasta el 31 de diciembre. Sin embargo, esta noticia viene con una importante salvedad: se ha implementado un estricto calendario de cierre presupuestario que exige la entrega de facturas con mucha anticipación.
Disciplina fiscal: Una fecha límite en septiembre
Esta medida, coordinada con la Contraloría General de la República, tiene como objetivo principal fortalecer la disciplina fiscal y la sostenibilidad financiera del Estado. La fecha clave que todos los proveedores deben tener en cuenta es el 19 de septiembre, que será la última fecha para la recepción de las «gestiones de cobro» en la Dirección General de Tesorería. Los pagos correspondientes a estas facturas se realizarán hasta el 23 de septiembre. Esta movida busca evitar el habitual cuello de botella de fin de año y garantizar una gestión más eficiente del gasto público.
Las excepciones a la regla: ¿Quiénes no aplican?
Aunque el calendario de cierre afecta a la mayoría de los compromisos del Estado, el MEF ha especificado que hay excepciones para garantizar la operatividad de servicios esenciales. Las gestiones de pago relacionadas con planillas, alquileres, deuda pública, combustible y medicamentos e insumos médicos no están sujetas a este plazo de septiembre y se tramitarán de forma regular hasta diciembre. Para el resto de los proveedores, no cumplir con la fecha límite podría significar que sus facturas no sean procesadas en el año fiscal en curso, lo que hace vital que presten atención a estas nuevas directrices.
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