En un movimiento sorpresivo, el presidente Donald Trump destituyó a Lisa Cook de su puesto en la Junta de Gobernadores de la Reserva Federal (Fed), alegando presunto fraude hipotecario. La decisión, comunicada a través de una publicación en la red social Truth Social, ha desatado una tormenta legal y política en Washington, poniendo en tela de juicio la independencia de la Fed y el alcance del poder presidencial.
Trump justificó su decisión basándose en el Artículo II de la Constitución y la Ley de la Reserva Federal de 1913, argumentando que una recomendación penal del director de la Agencia Federal de Financiamiento de la Vivienda (FHFA), Bill Pulte, a la fiscal general Pam Bondi, revelaba suficientes motivos para sospechar que Cook hizo declaraciones falsas en relación con acuerdos hipotecarios.
Según la acusación, Cook firmó dos hipotecas para una supuesta “residencia primaria” en dos estados diferentes en un lapso de dos semanas, una práctica incompatible con la ley estadounidense. Trump enfatizó la necesidad de mantener la integridad de la Fed, afirmando que “Estados Unidos debe poder tener plena confianza en la honestidad de los miembros encargados de establecer la política y supervisar la Reserva Federal”.
La destitución ha provocado una fuerte reacción por parte de Cook, quien, a través de su abogado Abbe Lowell, denunció un “despido por tuit” y anunció que continuará en su cargo hasta que la validez de la decisión presidencial sea determinada por los tribunales. Lowell argumentó que Trump carece de la autoridad legal para destituir a Cook, ya que no existe una causa justificada bajo la ley.
La controversia se produce en un momento de creciente tensión entre el gobierno de Trump y la Fed, especialmente en lo que respecta a la política monetaria. Trump ha instado repetidamente a la Fed a reducir las tasas de interés para estimular la economía, una medida que ha encontrado resistencia por parte de la mayoría de los gobernadores de la institución, quienes advierten sobre los riesgos de inflación y la incertidumbre económica.
La nominación de Cook a la Junta de Gobernadores de la Fed fue realizada durante la administración del ex presidente Joe Biden. Su destitución ha reavivado el debate sobre la politización de la Fed y la independencia del banco central frente a las presiones políticas.
El caso ahora se dirige hacia una batalla legal, con Cook y su equipo argumentando que no hay causa legal para su destitución, mientras que el equipo de Trump sostiene que existe evidencia suficiente para justificar la medida. La situación ha generado un intenso escrutinio mediático y legislativo, y se espera que la decisión final tenga un impacto significativo en el futuro de la Fed y su relación con el poder ejecutivo.
El desenlace de este conflicto determinará el alcance del poder presidencial sobre la Reserva Federal y la capacidad de los miembros de la junta para resistir la interferencia política. La independencia de la Fed, considerada un pilar fundamental de la estabilidad económica de Estados Unidos, está en juego.
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