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El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ha lanzado una contundente advertencia: cualquier avión militar venezolano que represente una amenaza para las fuerzas estadounidenses en el Caribe será derribado. Esta declaración se produce tras un incidente donde aviones F-16 venezolanos sobrevolaron un buque estadounidense involucrado en operaciones antidrogas en la región, provocando una reacción inmediata del Pentágono y el despliegue de cazas F-35 en Puerto Rico.
Durante una conferencia de prensa en la Casa Blanca, Trump abordó la posibilidad de futuros incidentes similares. «Se meterán en problemas», afirmó, dejando claro que cualquier aproximación peligrosa resultará en una respuesta militar. El mandatario delegó la decisión de actuar en el mando militar, indicando que «usted o sus capitanes pueden tomar la decisión sobre lo que quieren hacer» si se presenta una situación de riesgo.
La administración Trump ha enmarcado este incidente dentro de una operación antidrogas de gran envergadura, con un despliegue naval significativo en el Caribe, cerca de las costas venezolanas. El objetivo, según Washington, es combatir el creciente tráfico de drogas desde Venezuela hacia Norteamérica.
Trump denunció que «miles de millones de dólares en drogas están entrando a nuestro país desde Venezuela» y criticó la política migratoria, alegando que ha permitido el ingreso de criminales. Mencionó específicamente a bandas como el Tren de Aragua y enfatizó que el recientemente renombrado Departamento de Guerra jugará un papel crucial en la prevención del tráfico de drogas y personas.
«No queremos que vengan drogas de Venezuela o de ningún otro lugar», sentenció Trump, subrayando la necesidad de una política estricta para controlar tanto el flujo de estupefacientes como la inmigración ilegal. Atribuyó la llegada de inmigrantes con antecedentes penales a las políticas de la administración anterior y criticó la influencia de jueces liberales, así como los efectos de la inflación.
Contrario a especulaciones, Trump negó que la operación en el Caribe tenga como objetivo derrocar al gobierno de Nicolás Maduro, al que Estados Unidos señala como un narcoterrorista líder del Cartel de los Soles. «No estamos hablando de un cambio de régimen», aseguró, aunque calificó las elecciones en Venezuela como «muy extrañas».
En un anuncio que captó la atención, Trump oficializó el cambio de nombre del Departamento de Defensa a Departamento de Guerra, reviviendo la denominación original que la institución tuvo desde 1789 hasta 1947. Justificó la decisión argumentando que bajo ese nombre, Estados Unidos «obtuvo algunas de sus más grandes victorias militares» y que el cambio permite «abrazar ese gran linaje».
Junto a Trump estuvieron presentes Pete Hegseth, secretario a cargo del Departamento de Guerra, y el general Dan Caine, jefe del Estado Mayor Conjunto. Hegseth afirmó que «no se trata solo de cambiar el nombre, se trata de restaurar el espíritu guerrero» del ejército estadounidense. Caine, por su parte, prometió que el Departamento de Guerra luchará de manera decisiva, buscando la victoria y no solo evitando la derrota, y adoptando una postura ofensiva.
