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El gobierno de Nicolás Maduro ha denunciado este sábado un incidente que eleva la tensión en las aguas del Caribe, acusando a un destructor de la Armada de Estados Unidos de interceptar un barco atunero venezolano en la Zona Económica Exclusiva (ZEE) de Venezuela. Según un comunicado oficial, el buque venezolano «Carmen Rosa», con nueve pescadores a bordo, fue abordado por el destructor USS Jason Dunham a 48 millas náuticas al noreste de la Isla La Blanquilla.
El incidente, según la versión del chavismo, ocurrió mientras la embarcación realizaba faenas de pesca de atún autorizadas. El comunicado detalla que el USS Jason Dunham, un buque equipado con misiles de crucero y personal de marines, desplegó a 18 efectivos armados que abordaron la embarcación venezolana y la mantuvieron ocupada durante ocho horas. Durante este tiempo, se impidió la comunicación y el normal desenvolvimiento de los pescadores, según la denuncia.
El régimen de Maduro ha calificado la acción como una “provocación directa” y un uso desproporcionado de medios militares, especialmente considerando que la embarcación pesquera era “pequeña e inofensiva”. Esta acusación se produce poco después del incidente del 2 de septiembre, cuando un ataque a una supuesta narcolancha venezolana dejó 11 muertos y fue justificado por Estados Unidos como una operación antidrogas.
Ante este panorama, el chavismo ha acusado a Washington de buscar deliberadamente un “incidente que justifique una escalada bélica en el Caribe” con el objetivo de derrocar al gobierno de Nicolás Maduro. Según el comunicado, estos actos son parte de una política “fracasada y rechazada por el propio pueblo de los EEUU” que busca un “cambio de régimen” en Venezuela.
El gobierno venezolano asegura que la Fuerza Armada Nacional Bolivariana (FANB) monitoreó el incidente en tiempo real, utilizando medios aéreos, navales y de vigilancia para acompañar a los pescadores hasta su liberación. La FANB, según el comunicado, actuó sin responder a las provocaciones, manteniendo su compromiso con la paz.
Además de la denuncia, el chavismo ha criticado a sectores políticos en Washington por utilizar recursos militares en “aventuras bélicas” que, en su opinión, dañan el prestigio de Estados Unidos. El comunicado califica el incidente como una muestra de la “conducta bochornosa” de estos sectores, que estarían comprometiendo recursos militares de alto costo y soldados entrenados para fabricar pretextos.
El régimen de Maduro ha exigido a Estados Unidos que cese estas acciones y ha llamado al pueblo estadounidense a rechazarlas. La tensión entre ambos países se mantiene alta, y este incidente añade un nuevo capítulo a una relación ya de por sí conflictiva. La acusación de interceptación de una embarcación pesquera venezolana por un destructor estadounidense seguramente generará debates y reacciones a nivel internacional, mientras que la situación en el Caribe sigue siendo motivo de preocupación.
