Estados Unidos y Reino Unido firmaron un acuerdo comercial que recorta significativamente los aranceles a las importaciones británicas en los sectores automotriz y aeroespacial, en un paso importante para fortalecer sus relaciones comerciales tras el Brexit. El pacto fue anunciado por el presidente estadounidense Donald Trump y el primer ministro británico Keir Starmer durante la cumbre del G7 en Canadá.
El acuerdo establece que los autos británicos podrán ingresar a EE.UU. con un arancel reducido al 10% desde el 27.5% actual, hasta una cuota de 100,000 vehículos anuales. Asimismo, elimina el impuesto del 10% sobre productos aeroespaciales británicos, beneficiando a empresas como Rolls-Royce. Estas medidas buscan proteger empleos y fortalecer sectores clave en ambos países.
Sin embargo, las negociaciones sobre el acero permanecen abiertas y no se logró un acuerdo final para eliminar los aranceles sobre el acero británico, un tema sensible para la industria siderúrgica del Reino Unido, que ha sufrido una caída del 80% en producción desde los años sesenta. La Casa Blanca indicó que el secretario de Comercio establecerá una cuota para productos de acero y aluminio británicos que podrán entrar sin aranceles, pero los detalles aún se están definiendo.
Además, no se alcanzó un acuerdo definitivo sobre productos farmacéuticos, que seguirán siendo objeto de negociación. El pacto también confirma que ganaderos estadounidenses podrán exportar 13,000 toneladas métricas de carne de vacuno al Reino Unido anualmente, manteniendo la prohibición británica sobre carne tratada con hormonas.
Este acuerdo representa un avance significativo en la relación comercial bilateral, aunque la cuestión del acero y otros productos estratégicos sigue siendo un punto clave a resolver para evitar tensiones y proteger industrias nacionales.