La Fuerza Pública de Panamá mantiene acciones para restablecer el orden público en la provincia de Bocas del Toro, tras una serie de protestas que derivaron en enfrentamientos y bloqueos en la vía Panamericana. Durante estos operativos, se incautaron diversas armas caseras utilizadas por manifestantes, como niples, bombas caseras, pirotecnia, lanzas, machetes, biombos, arcos y flechas, que representan un riesgo para la integridad de agentes y ciudadanos.
Hasta la noche del jueves, se reportaron 55 personas aprehendidas, de las cuales 38 fueron puestas a órdenes del Ministerio Público y 17 ante jueces de paz por infringir la ley durante las protestas. Además, dos unidades policiales fueron privadas de libertad y un agente resultó herido tras un ataque mientras realizaba un patrullaje preventivo; actualmente se encuentra en condición estable en un centro hospitalario.
El jueves se reabrieron nueve puntos que permanecían cerrados en la vía Panamericana, entre ellos Los Chiricanos, Puente Cusa, Chiriquicito, y Miramar, lo que contribuye a la normalización del tránsito en la región. El viceministro de Seguridad Pública, Luis Felipe Icaza, reafirmó el compromiso del Gobierno Nacional para lograr la paz social y el retorno a la normalidad en Bocas del Toro, enfatizando que harán lo necesario sin importar el tiempo que tome.
En respuesta a la escalada de violencia, el Gobierno de Panamá declaró estado de urgencia en la provincia, suspendiendo temporalmente libertades de reunión y movimiento, así como garantías constitucionales para facilitar la intervención y control de la situación, buscando evitar la organización de actos violentos y vandalismo que afectan a la población y la economía local.