Tesla atraviesa una etapa complicada que va más allá de la polémica política entre su CEO Elon Musk y el presidente Donald Trump. La compañía ha visto una caída significativa en sus ingresos y resultados, con un desplome del 71% en su ingreso neto en el primer trimestre de 2025 en comparación con el año anterior, debido en gran parte a la eliminación del crédito fiscal de 7.500 dólares para compradores de vehículos eléctricos en Estados Unidos y a la creciente competencia en el mercado global.
Además, Tesla ha sufrido una caída del 13% en las ventas globales durante los dos primeros trimestres de 2025, perdiendo cuota frente a fabricantes como BYD, que se perfila para superar a Tesla en ventas anuales de vehículos eléctricos. La eliminación de multas por emisiones para fabricantes de autos convencionales también ha reducido la demanda de créditos regulatorios que históricamente beneficiaban a Tesla, impactando negativamente sus finanzas.
Por otro lado, el ambicioso proyecto de robotaxis de Tesla, lanzado solo en Austin, Texas, enfrenta problemas operativos y limitaciones, quedando rezagado frente a competidores como Waymo, que ya opera en varias ciudades con planes de expansión.
En paralelo, el Chevrolet Trax 2025 ha presentado múltiples problemas técnicos reportados por usuarios, incluyendo fallas en el sistema de frenos ABS, sensores de retroceso, cámara de reversa con distorsiones, y problemas en el sistema de infoentretenimiento que se traba o presenta errores visuales. Estos inconvenientes han generado preocupación entre los propietarios y potenciales compradores, quienes esperan actualizaciones de software para corregir estas fallas.
En resumen, mientras Tesla lucha por mantener su liderazgo en el mercado de vehículos eléctricos y enfrenta desafíos financieros y tecnológicos, el Chevrolet Trax 2025 también enfrenta críticas por problemas de calidad y funcionamiento, evidenciando los retos actuales en la industria automotriz.