La Voz Noticias La Voz Noticias: Mantente al día con las últimas noticias de política, economía, deportes y más.
Related Articles
El enfrentamiento comercial y político entre Estados Unidos, bajo la administración de Donald Trump, y Brasil, liderado por Luiz Inácio Lula da Silva, se ha intensificado y parece difícil de resolver en el corto plazo. El conflicto se agudizó cuando Trump anunció la imposición de un arancel del 50% a las importaciones brasileñas a partir del 1 de agosto de 2025, una medida más severa que las aplicadas a otros países como Japón, Corea del Sur o Sudáfrica.
Este anuncio no solo tiene un trasfondo comercial, sino también político e institucional. Trump exigió el fin inmediato del juicio contra su aliado Jair Bolsonaro, expresidente brasileño acusado de tentativa de golpe de Estado, calificando el proceso judicial como una “caza de brujas”. Lula respondió afirmando la soberanía de Brasil y la independencia de sus instituciones, y advirtió que aplicará la Ley de Reciprocidad Económica para tomar represalias ante cualquier aumento unilateral de aranceles.
Expertos como Monica de Bolle, del Instituto Peterson de Economía Internacional, reconocen un claro escalamiento de tensiones, aunque aún existe margen para un entendimiento. Sin embargo, la mezcla de demandas comerciales y políticas de Trump, junto con la falta de canales de comunicación efectivos entre ambos gobiernos, complica la situación.
El conflicto también tiene un impacto político interno en Brasil, ya que puede fortalecer la base de apoyo de Lula en momentos de caída de popularidad. Además, la posible reacción adversa de los mercados a la subida de aranceles podría afectar negativamente la economía brasileña.
Rubens Barbosa, exembajador de Brasil en Washington, señala que la decisión de Trump responde a razones políticas y a la falta de diálogo entre los gobiernos. La ausencia de un embajador estadounidense en Brasil y la devolución de la carta de Trump por parte de la Cancillería brasileña evidencian la tensión diplomática.
En resumen, el enfrentamiento entre Trump y Lula combina aspectos comerciales, políticos y diplomáticos que hacen que el conflicto sea más difícil de desactivar que otros similares, con riesgos para la estabilidad económica y política de ambos países.
