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El aumento de las temperaturas en Europa está provocando un incremento significativo en la proliferación de la bacteria marina Vibrio, que representa un riesgo para la salud en las playas europeas, especialmente en aguas cálidas y salobres donde se mezclan agua dulce y salada. Esta bacteria, que tradicionalmente se encontraba en el Mar Báltico, ahora ha sido detectada también en el Mar del Norte y en zonas de baño cerradas, un fenómeno atribuido al cambio climático y al aumento de las olas de calor.
Las infecciones causadas por Vibrio, conocidas como vibriosis, pueden ser graves, afectando principalmente a personas con sistemas inmunitarios debilitados o enfermedades hepáticas crónicas. Estas infecciones pueden derivar en septicemia, infecciones en el torrente sanguíneo, enfermedad carnívora o incluso amputaciones. La bacteria puede infectar a las personas que consumen mariscos crudos o poco cocinados, especialmente ostras, o que se bañan en aguas contaminadas con heridas abiertas o cortes.
Aunque los casos siguen siendo relativamente raros en Europa, se ha observado un aumento en años recientes, especialmente durante veranos con olas de calor prolongadas. Por ejemplo, en 2018 se registraron 445 casos, más del triple del promedio anual previo.
Las autoridades sanitarias recomiendan evitar el consumo de mariscos crudos y asegurarse de que estén bien cocidos, además de cubrir adecuadamente cualquier corte o herida antes de bañarse en aguas salobres o saladas. También aconsejan consultar a un médico si se presentan síntomas tras el contacto con estas aguas.
Este fenómeno se suma a otros problemas de contaminación bacteriana en playas de diferentes partes del mundo, como en algunas zonas de Florida, donde se han detectado niveles muy altos de bacterias fecales que representan riesgos para la salud pública.
