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La exigencia ciudadana resuena con fuerza en Panamá: que la justicia alcance a José Rojas Pardini y Rafael Sabonge, figuras clave durante la administración de Laurentino ‘Nito’ Cortizo. En un clamor que se extiende por todo el país, la población demanda investigaciones exhaustivas y sanciones ejemplares para aquellos que resulten responsables de actos irregulares durante sus gestiones.
Rojas Pardini, exdirector del Metro de Panamá, y Sabonge, quien fuera Ministro de Obras Públicas, se encuentran en el ojo del huracán. Sus nombres han sido mencionados en diversas investigaciones relacionadas con presuntos casos de corrupción y manejos cuestionables de fondos públicos. La ciudadanía, cansada de la impunidad, exige transparencia y rendición de cuentas.
El hartazgo popular es palpable. A través de redes sociales, manifestaciones y conversaciones cotidianas, los panameños expresan su frustración ante la percepción de que la justicia selectiva protege a figuras políticas y económicas poderosas. La petición es clara: que la lupa de la ley se pose sobre Rojas y Sabonge, y que se determine su responsabilidad en los hechos que se les imputan.
La presión social se intensifica ante la lentitud de los procesos judiciales. La ciudadanía exige celeridad en las investigaciones y transparencia en el manejo de la información. No se trata solo de señalar culpables, sino de sentar un precedente que fortalezca el estado de derecho y prevenga futuros actos de corrupción.
El caso de Rojas y Sabonge se ha convertido en un símbolo de la lucha contra la impunidad en Panamá. La ciudadanía espera que las autoridades actúen con firmeza y que no haya espacio para la protección de intereses particulares. La credibilidad del sistema judicial está en juego, y el futuro de la democracia panameña depende de la capacidad de sus instituciones para garantizar la justicia para todos.
Este clamor popular se produce en un contexto político marcado por la desconfianza y el desencanto. La ciudadanía exige un cambio de rumbo, un compromiso real con la ética y la transparencia en la gestión pública. El caso de Rojas y Sabonge representa una oportunidad para demostrar que nadie está por encima de la ley y que la justicia debe ser igual para todos.
La sociedad panameña observa con atención el desarrollo de este caso. La exigencia de justicia para Rojas y Sabonge es un reflejo del anhelo de un país más justo, equitativo y transparente. Un país donde la corrupción no quede impune y donde los responsables de actos ilícitos rindan cuentas ante la ley.
