El 16 de julio de 2025, el Ejército israelí llevó a cabo un ataque con drones dirigido a la entrada del cuartel general del Ejército sirio ubicado en Damasco. Esta operación se produjo en el contexto de intensos enfrentamientos en la provincia de Sweida, situada en el sur de Siria, entre milicias drusas y grupos beduinos, en los que las fuerzas gubernamentales sirias intentan retomar el control de la región.
Las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) informaron que el ataque tenía como objetivo impedir daños a la comunidad drusa y desmilitarizar la zona cercana a la frontera israelí en los Altos del Golán. Las autoridades israelíes advirtieron que continuarían los bombardeos si las fuerzas gubernamentales sirias no se retiraban de Sweida, asegurando que buscan evitar el establecimiento de un «segundo Líbano» en territorio sirio, en referencia a la posible presencia de milicias hostiles cerca de su frontera.
Según reportes, el ataque impactó la entrada del Estado Mayor del Ejército sirio en la capital y causó al menos dos heridos según fuentes estatales sirias, aunque no se especificaron detalles exactos sobre víctimas o daños materiales mayores. Además, Israel reforzó su despliegue militar en la frontera con Siria, preparándose para distintos escenarios de conflicto mientras monitoreaba la situación.
Este bombardeo se enmarca en un contexto de violencia creciente y tensión en la región, donde los combates en Sweida han dejado más de 200 muertos entre civiles y combatientes, y continúan a pesar de un alto al fuego anunciado el día anterior. Israel ha manifestado su intención de continuar su política de ataques para evitar la consolidación de fuerzas armadas militantes que puedan amenazar su seguridad fronteriza.