Ucrania está logrando frenar los intentos de Rusia de romper las defensas en varias partes de la línea del frente durante esta ofensiva estival. Según el presidente Volodímir Zelenski, las fuerzas ucranianas han detenido los avances rusos, calificando la situación de «muy dura» para ambos bandos, aunque destacando que el estancamiento favorece a Ucrania.
Con más de tres años desde la invasión masiva rusa en febrero de 2022, el conflicto sigue drenando los recursos de ambos países, aunque Rusia dispone de mayores recursos humanos y materiales. Rusia ha reclamado recientes capturas de pueblos y aldeas, sin embargo, sus tropas no han logrado tomar ninguna ciudad u estratégica zona urbana fuertemente defendida.
Adicionalmente, se han registrado repetidas incursiones menores de grupos rusos de sabotaje y reconocimiento cerca de Pokrovsk, en la región de Donetsk, todas repelidas con éxito por las fuerzas ucranianas. Según Zelenski, en varios intentos recientes, entre dos y doce atacantes rusos fueron eliminados.
En la región nororiental de Sumy, Ucrania ha experimentado avances considerables en las últimas seis semanas, mejorando la situación en esa frontera. Ante la intensificación de los bombardeos rusos sobre ciudades como Járkov, Ucrania trabaja para reforzar su defensa aérea con sistemas de misiles Patriot estadounidenses, habiendo confirmado ya tres sistemas provenientes de Alemania y Noruega.
Por otra parte, las esperanzas de una cumbre o diálogo de alto nivel para negociar el fin de la guerra son bajas, dado el rechazo del Kremlin a avanzar en conversaciones directas con Ucrania, enfatizando que cualquier reunión debe sellar acuerdos ya definidos por expertos.
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